El premio eWoman Zamora 2022 en la categoría de Igualdad es Ángeles Santos, ganadera y quesera de Fariza, es miembro de la Ejecutiva Nacional de COAG, la más joven de todos. Licenciada en Administración y Dirección de Empresas, en 2010 dejó un empleo en el sector bancario para regresar a su pueblo y dedicarse a la explotación de su familia, de ovino en extensivo. Su negocio incluye la fabricación , con leche de sus propias ovejas, de los quesos ecológicos Fariza y La Faya.

–¿Qué le llevó a dejar la banca y la vida en la ciudad por la ganadería y la vida en el campo?

–Satisfacción personal, para nada me llenaba trabajar en una entidad bancaria ni veía que eso fuera mi futuro. Me veía en mi ganadería, haciendo queso, con otras metas e inquietudes distintas.

–Se dedica al campo por vocación, entonces.

–Totalmente, también se necesita que sea rentable, como cualquier trabajo, pero lo que más valoro es que me llena mental y espiritualmente. En la banca ganaba más dinero, pero no estaba cómoda.

–¿Qué es lo que más le gusta de vivir en su pueblo?

–Siempre me ha gustado, pero lo he valorado sobre todo durante la pandemia. Me sentía una privilegiada y nos sirvió para darnos cuenta a todos que lo más importante es las personas que te rodean, la salud y ser feliz. Y yo lo tenía todo. Estaba con mi familia, podíamos trabajar y producíamos alimentos para la gente.

–¿Desde que dejó la banca por la ganadería comenzó a participar en el sindicalismo agrario?

–Sí, desde que tomé la decisión de dedicarme definitivamente a esto me afilié a COAG, a la vez a la parte de mujeres, que es Ceres y a la sección de jóvenes.

–¿Qué le llevó a participar en estas organizaciones?

–Hay mucho machismo en la sociedad, pero en el medio rural se agrava más, y es necesario que las mujeres estemos representadas en todos los ámbitos. En la gala algunas mujeres comentaron que ellas no han sufrido directamente el machismo, pues yo sí, y lo sigo sufriendo. Hace solo unos días, por poner un ejemplo, llegó un proveedor de ruedas de tractor a la explotación e insistía en hablar con mi padre o mi hermano, cuando soy yo la única que puedo firmar los papeles que traía.

Ángeles Santos junto a la concejala de Igualdad en el Ayuntamiento de Zamora, Carmen Álvarez. ANA BURRIEZA

–También se habla a veces como si las profesiones agrícolas fueran de hombres, cuando siempre ha habido mujeres que cuidaban del ganado.

–No se reconoce por muchas razones, pero una de ellas es que muy pocas mujeres han cotizado al régimen agrario de la Seguridad Social, porque ellas trabajaban pero la explotación estaba a nombre del marido o del padre. En casi todas las granjas hay alguna mujer, porque este trabajo tiene muchas fases, no todo es echar de comer a los animales, también hay que hacer, por ejemplo, mucho papeleo, y a menudo son ellas las que llevan esa parte del trabajo. Muchas veces a nosotras mismas nos falta empoderarnos y reivindicar nuestro lugar, creernos que nosotras también somos parte de la granja y que queremos cotizar a la Seguridad Social.

–El ovino en extensivo tiene un gran problema de relevo generacional, ¿qué se debería hacer para que más mujeres se decidan a tomar el mismo camino que usted decidió tomar?

–Se debería apostar más por la ganadería ecológica, que no necesita tanta dimensión, no requiere una inversión tan grande que te obligue a hipotecarte. Y es algo que interesaría a toda la sociedad, porque los ganaderos y las ganaderas somos los que mantenemos la población en el medio rural. Los agricultores a menudo viven en las ciudades, pero cuando tienes animales te quedas en el pueblo. Pero para que la gente se quede necesitamos que se mantengan los servicios básicos en el medio rural, como la sanidad y la educación, y que no tengamos que estar en pie de guerra todo el día para que no nos quiten el médico. Por otro lado, se necesita buscar, no una conciliación sino una corresponsabilidad en las labores de la casa, porque si tú tienes una pareja que no va a hacer nada en el hogar y te va a tocar a ti trabajar dentro y fuera, eso te va a pesar a la hora de tomar cualquier decisión en tu vida profesional. Por último, se requeriría un cambio cultural, para mucha gente irse a la ciudad es un éxito y quedarte en tu pueblo es un fracaso, pero mi familia y yo no lo vemos así, nos gusta lo que hacemos y estamos orgullosos de nuestro trabajo, de hecho somos tres hermanos, los tres nos fuimos y acabamos volviendo para dedicarnos a esto. Es una opción de vida tan válida como otra, pero muchas de mis amigas no lo ven así, desgraciadamente.

Ángeles Santos habla en la gala tras recibir el premio eWoman Zamora "Igualdad". ANA BURRIEZA

–Más allá de lo que ha vivido en el trabajo, ¿también cree que el machismo pervive de forma más acentuada en el medio rural que en las ciudades?

–Particularmente en el sector agrario, sobre todo en cuanto hablamos de tractores y de maquinaria, aunque cualquiera puede aprender a manejar un tractor. Otro escollo para las mujeres de generaciones anteriores a la mía es el depender de los hombres por no tener una misma el carnet de conducir. Pero afortunadamente cada vez se nota menos. Creo que los estereotipos de género se curan con educación, con ejemplos y con referencias, y ojalá que lo erradiquemos por completo.

–También habló el pasado jueves de la necesidad de visibilizar los cuidados que proporcionan las mujeres.

–En mi comarca, y en el resto del mundo rural, las mujeres han trabajado mucho tanto dentro como fuera del hogar, y parece que la parte de trabajo que se hace en casa no se reconoce, a pesar de que es lo que ha cohesionado las familias durante siglos. Parece que solo eres una mujer de éxito si sales de tu casa y haces una triple jornada laboral y no se reconoce para nada la labor de llevar una casa, de cuidar a hijos y a padres.

–¿Qué supone para usted recibir el premio eWoman Zamora 2022 en la categoría de Igualdad?

–Lo veo como un reconocimiento a toda mi organización agraria, porque estamos trabajando muy intensamente en el tema de la igualdad tanto desde COAG como desde Ceres. Creo que es un reconocimiento para mi pero también para muchas mujeres que me precedieron y que han trabajado en este tema, en fomentar el lenguaje inclusivo, en visibilizar el trabajo de las agricultoras y de las ganaderas, en hacer una labor pedagógica de inclusión y de empoderamiento de las mujeres rurales.

–¿Qué más han hecho desde COAG y Ceres en pos de la igualdad de género?

–En la Ejecutiva Nacional tenemos la Comisión de Igualdad que está tratando de reformar los órganos de dirección para que haya al menos un 40%-60% de hombres y mujeres, y que las mujeres se sientan más representadas y sobre todo más escuchadas por otras mujeres que van a comprender mejor sus problemas. También conseguimos las explotaciones de titularidad compartida, que ha conseguido que muchas mujeres figuren como lo que son, agricultoras y ganaderas, aunque no salió tan bien como nosotras queríamos y hay muchas cosas por hacer todavía.