La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta de Castilla y León, la zamorana Isabel Blanco, es una de las participantes en el evento eWoman que organiza este viernes LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA, en las dependencias del Consejo Consultivo. Como política, pero también en su calidad de ingeniera, habla sobre los avances que se han producido en los últimos tiempos, y acerca de las medidas que conducen hacia el objetivo del equilibrio real.

–¿Qué políticas aplica la Junta de Castilla y León para fomentar la igualdad entre hombres y mujeres?

–Las políticas que aplica la Junta son transversales entre todas las consejerías. De hecho, en primer lugar, estamos trasladando esas iniciativas de igualdad a la propia estructura de la Administración. Hace poquito que se aprobó el Plan de Igualdad de los empleados públicos para fomentar esas políticas en todas las áreas. Luego, hay acciones abiertas hacia la sociedad, que son las que tienen más relación directa con la Consejería de Familia.

–¿Cuáles son las medidas concretas que se impulsan desde la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades?

–Trabajamos en diferentes áreas. Por un lado, tratamos de fomentar la igualdad en las empresas, a través de los convenios que firmamos con la CEOE y con los sindicatos. Por una parte, fomentamos los planes de igualdad en las empresas, y sellamos acuerdos para colaborar con ellas en tres aspectos: la prevención de la violencia de género, el apoyo a la formación en igualdad y el traslado de sus necesidades para que nosotros formemos a las mujeres más vulnerables y el sector privado las pueda contratar. Ese sería uno de los paquetes, pero también hay medidas orientadas a los trabajadores y las trabajadoras de las propias empresas. Son medidas que apuestan por la corresponsabilidad, como las ayudas para las reducciones de jornada o para las excedencias. Ahí la mayoría de las solicitantes son mujeres, y tenemos que hacer hincapié y seguir avanzando para señalar que la corresponsabilidad es cosa de las dos partes, y animar a los hombres a que soliciten estas líneas de ayuda. También tenemos el programa Conciliamos o Crecemos, y el bono Concilia, una ayuda de 750 euros a las familias que, por cada hijo menor de tres años, pueden recibir esa cantidad para sufragar gastos en materia de conciliación. Eso se puede aplicar a través de la contratación de alguien o de escuelas infantiles, ludotecas y guarderías. El programa ha tenido una acogida estupenda, con más de 13.500 solicitudes que se están resolviendo ahora. El presupuesto inicial era de dos millones de euros y nos vamos a ir a los ocho o nueve millones. Esas son las grandes áreas en las que trabajamos: con las empresas y los trabajadores.

–¿Cree que todavía queda trecho por recorrer en el camino hacia la igualdad en Castilla y León?

–Es verdad que estamos trabajando mucho. En general, en Castilla y León, en España y en Europa. Es cierto que se ha avanzado en ese sentido, pero que queda mucho por seguir haciendo, hay que seguir progresando. El otro día, en la entrega de los premios de la CEOE, ponía un ejemplo: tenemos que continuar fomentando las profesiones STEM, relacionadas con la ciencia y la tecnología. No tiene sentido que, de cada diez ingenieros que acaban, solo haya dos mujeres. Nos estamos perdiendo el 50% del talento de esta sociedad. Hay que tener en cuenta que más del 50% de la población son mujeres. Por tanto, hay que seguir apostando por esos programas que abogan por trabajar en igualdad. Desde pequeñitas, las mujeres deben concienciarse de que pueden realizar este tipo de carreras y tener salidas profesionales. Se ha hecho mucho, pero hay camino por delante y hay que seguir avanzando.

–¿Considera que hay más machismo y una brecha especial en el medio rural?

–Yo no hablaría de machismo o feminismo en el mundo rural. Hablaría de que tenemos que seguir trabajando por la igualdad. Es verdad que hay profesiones que están más masculinizadas, como la agricultura, o actividades como la caza. Ahí se están dando pasos importantes. La Consejería de Agricultura, por ejemplo, tiene un área específica de desarrollo de la mujer rural, y hay que seguir progresando para que las mujeres vayan tomando posiciones. También en otros sectores muy masculinizados. El otro día firmamos un protocolo con las federaciones de transportistas y, en el ámbito del transporte de viajeros, nos decían que las mujeres representaban el 4 o el 6% de los profesionales; en mercancías, menos aun, un 1%. Antes eran profesiones masculinas, pero ahora son accesibles para las mujeres y es importante impulsar esto. Por ejemplo, subvencionando el carné de camiones. Las mujeres podemos hacer lo que queramos y llegar donde nos lo propongamos.

–¿Usted, como política y profesional de un sector como la ingeniería, ha padecido tratos discriminatorios por razones de género?

–No, yo no he sentido eso. Son profesiones difíciles las dos. Es verdad que han estado masculinizadas, sobre todo el tema de la ingeniería, pero hay que entrar y hacerlo porque tenemos la misma capacidad que los hombres. Yo nunca me he sentido discriminada ni menospreciada. He trabajado en condiciones de igualdad.

–¿Qué valor le da a las mujeres emprendedoras en la comunidad autónoma?

–Yo no distinguiría entre mujeres y hombres. Le tenemos que dar el mismo valor a la persona que apuesta por emprender, sobre todo en nuestro mundo rural. Tienen todo el apoyo y reconocimiento de la Junta de Castilla y León. Ese paso de creer en nuestra tierra es muy importante.

–¿Cuáles son las conclusiones que considera que se pueden extraer de un evento como eWoman?

–Estos encuentros tienen que servir, sobre todo, para visibilizar el liderazgo de las mujeres, para animar a las niñas y a las adolescentes a que den el paso; a decirles: todas podemos llegar donde queramos. No es un camino fácil, pero tampoco lo es para un hombre. Tenemos la oportunidad, tenemos el reto, hay que trabajar y se puede llegar a esos puestos directivos y a ese liderazgo. Hay que continuar rompiendo esos techos de cristal que todavía existen. Como te decía al principio, se va avanzando y cada vez se visibiliza más el papel de mujer líder, en puestos de responsabilidad. Esa es la imagen que tenemos que transmitir: podemos hacerlo y la sociedad no puede perder el valor que aporta el 50% de la población.