La hematóloga zamorana María Victoria Mateos participará en el evento eWoman Zamora, que pretende poner de relevancia el empoderamiento de la mujer y el talento femenino. Hematóloga del Hospital Universitario de Salamanca, investigadora senior del Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca y profesora asociada de la Facultad de Medicina de la Usal, ofrecerá una ponencia titulada “Esfuerzo, ambiente adecuado y colaboración como clave del éxito”.

El evento, organizado por LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA y Prensa Ibérica, cuenta con el patrocinio de la Diputación de Zamora, el Ayuntamiento de Zamora, Caja Rural, Iberdrola y Aquona.

–¿Qué le parece el evento?

–Me parece un evento importante e interesante para poner de manifiesto o resaltar las labores que las mujeres podemos hacer en diferentes campos, en el campo de la ciencia, del trabajo, de las profesiones, de personas que son autónomas o empresarias. Es algo positivo, aunque no tendría por qué ser necesario recalcar o enfatizar de manera específica la labor de la mujer, pero llegado el punto en el que estamos, es importante reconocer que desarrollar una profesión o embarcarse en montar una empresa no es algo exclusivo de hombres y que pueden hacerlo perfectamente las mujeres.

Nunca he sentido que me hayan infravalorado en mi trabajo por ser mujer, en absoluto

–¿Qué mensaje quiere transmitir con su ponencia?

–El mensaje fundamental no es específico para las mujeres, es un mensaje general para cualquier persona, fundamentalmente para la gente más joven. Mi mensaje es que si alguien quiere desarrollar algo y destacar o contribuir en algo en su vida profesional, hay una serie de aspectos comunes que tienen que estar presentes para que uno pueda desarrollar con éxito su actividad profesional. Estos aspectos son trabajo, esfuerzo, constancia, perseverancia y humildad, tener un ambiente adecuado y si es posible, fundalmente para la gente más joven, un mentor adecuado y óptimo que le guíe en todos estos pasos.

–¿Se ha encontrado con más dificultades por ser mujer?

–Globalmente no. He de decir que desde que me dedico a la Hematología, especialmente a un grupo de enfermedades de las células plasmáticas y llevo en esto más de veinte años, las reuniones siguen siendo mayoritariamente de hombres, pero era mucho más frecuente al principio. Muchas de mis reuniones y de mis participaciones han sido en el extranjero y nunca he sentido que me hayan infravalorado por ser mujer, en absoluto. Cuando tú vas con tu trabajo, tus datos y tus ideas, si son buenas y si tú aportas resultados importantes, no te sientes infravalorada. Afortudamente tengo que decir que no me he visto infravalorada por ser mujer.

–Está especializada en mieloma, ¿qué es el mieloma?

–Es un cáncer de la sangre, una enfermedad rara que afecta a pocos pacientes, aproximadamente a unos 2.500 pacientes nuevos cada año en España. El origen está en unas células que tenemos en la médula ósea, que se llaman células plasmáticas y que cuando se convierten en células tumorales, proliferan y segregan una sustancia a la sangre que determinamos de una manera bastante sencilla a través de un análisis de sangre. Cuando esta enfermedad es activa, produce en los enfermos fundamentalmente dolores óseos, puede producir insuficiencia renal, anemia y todos los pacientes tienen cansancio y a veces también les aumenta el calcio y les puede producir algunas manifestaciones clínicas de somnolencia. Las manifestaciones clínicas más frecuentes son dolores óseos, anemia, fatiga y cansancio.

–¿Se ha avanzado en este tipo de cáncer de la sangre?

–Sí, afortunadamente. Cuando empecé la especialidad en Hematología en 1994, el mieloma era una enfermedad que prácticamente a nadie le gustaba porque tenía una evolución muy mala, básicamente porque casi no había tratamientos, había muy pocas opciones de tratamiento. Empecé a trabajar más en mieloma al final de mi residencia, hice mi tesis doctoral ya en biología molecular del mieloma y justo en ese momento, coincide con que empiezan a aparecer nuevos fármacos. Eso ocurre alrededor del año 2000 y en estos últimos veinte años, el avance ha sido tremendo tanto desde el punto de vista de la biología de la enfermedad como de tratamientos. Esto también ha contribuido a que puedas desarrollarte profesionalmente en una enfermedad en la que los avances han sido tremendos desde el punto de vista de la investigación básica y de la investigación clínica. El pronóstico de la enfermedad ha cambiado radicalmente y ahora hay muchos pacientes con mieloma que viven más de diez años y con una buena calidad de vida.

Tenemos que educar a los jóvenes para que hagan investigación

–¿Cómo está la investigación en España?

–Globalmente es una investigación siempre deficitaria, fundalmente por la falta de recursos desde el punto de vista público. Esos recursos son bastante limitados si quieres competir con otros grupos de investigación en otros países de Europa o en Estados Unidos, con lo cual casi siempre hay que recurrir a fuentes de financiación privadas, que afortunadamente también las hay. Siempre digo que es mucho mejor explotar lo que uno tiene en positivo para conseguir cosas, que no quejarte de lo que no tienes. Para ello, tienes que optimizar lo que tienes y trabajar con equipos buenos. El mieloma en España es muy afortunado porque trabajamos de una manera conjunta más de ochenta hospitales que están representados en el Grupo Español del Mieloma.

–¿Los jóvenes se decantan por la investigación?

–Es algo en lo que les tenemos que educar. Uno de mis mensajes a los alumnos de Medicina es que tienen que ser no solamente gente que digiera el conocimiento, sino que tienen que contribuir a generarlo y eso debería ser una obligación en España, pero desafortunadamente los médicos no formamos a los estudiantes en esto, es un punto pendiente.