La selección española domina numerosas clasificaciones de la Eurocopa gracias a un sello innegociable que le hace liderar la posesión, la precisión en el pase, el robo de balón gracias a su presión y el número de goles, doce en cinco encuentros, pese a reencontrarse en cuartos de final con su falta de pegada.

La estadística de los cuartos de final de la Eurocopa dieron como clara vencedora a la selección española, aunque en la realidad su ejercicio de dominio fuese improductivo ante una Suiza que exhibió fortaleza, y el equipo de Luis Enrique se citó, dos partidos después, con uno de sus males, la falta de pegada que marcó su inicio de torneo.

Un solo gol en 27 remates es un dato tan preocupante como la falta de estabilidad defensiva cuando el rival supera la presión. Un tanto encajado en dos disparos recibidos en todo el partido por Unai Simón y, el gol, fruto de un regalo imperdonable en una fase final. España lo intentó de todas las formas posibles pero se topó con Yann Sommer en sus diez disparos a puerta, marcando en uno que no fue computado por golpear el chut de Jordi Alba en Denis Zakaria, al que UEFA dio la autoría del tanto.

Solo Italia, próximo rival de la selección española en semifinales, dispara más a la portería de sus rivales, hasta 101 por 95 de España y con una hora menos de juego tras las dos prórrogas que superó el equipo de Luis Enrique. Alimenta la esperanza de encontrar al fin un rival que le juegue al intercambio de golpes, sin un planteamiento defensivo y poder disponer de metros para explotar mejor las virtudes.

El desgaste de Pedri

Es donde aparece con un factor influyente entre líneas un futbolista como Pedri, indiscutible para Luis Enrique pese a sus 18 años, al que tan solo retiró del campo pese a su visible cansancio por un movimiento para los penaltis. No salió bien. Rodri Hernández entró por él a los 119 minutos y falló su lanzamiento en la tanda final.

El desgaste de Pedri es un factor a tener en cuenta por Luis Enrique, pese a su juventud. Ha recorrido 61,5 kilómetros en la Eurocopa, una media de 12,3 por partido, el que más en todas las selecciones. Su movilidad en el terreno de juego se comprueba al comparar sus números con compañeros. Ocho kilómetros más que Aymeric Laporte, el único jugador de campo que completó todos los minutos, nueve más que Koke, diez que Jordi Alba.

El éxito del bloque

El triunfo de la selección española en la Eurocopa es la reivindicación del bloque. Acudió a la fase final sin una estrella referente. Lo reflejan las estadísticas, con solo Pedri liderando una clasificación, la de distancia recorrida. Álvaro Morata puede conseguir otra, aunque esta de menor reconocimiento ya que sus ocho lanzamientos a puerta no son sinónimo de gol, con dos dianas en el torneo.

Sin embargo en las estadísticas de equipo son donde España sale reforzada. La que más posesión tiene por partido (62%), la que más dispara a puerta rival (39), la que más precisión exhibe en el pase (89,4%), la que más centros intenta (140), la que más libres directos provoca (96), la que más balones recupera desde una presión asfixiante cuando es bien ejecutada (218), la que más saques de esquina bota (41), la que menos rifa el balón con solo 49 despejes.

Son los números que refuerzan la idea de Luis Enrique y la elección de unos jugadores de un perfil que responde a su apuesta por un patrón de juego. El seleccionador, orgulloso de la imagen de su equipo que calificó con un "sobresaliente", aunque hubiese caído en los penaltis ante Suiza, ya trabaja en mejorar los desajustes defensivos y potenciar las virtudes que le han permitido cumplir los objetivos marcados. España vuelve a estar entre las cuatro mejores de Europa.