La frontera entre el fracaso y el éxito suele ser muy fina en el fútbol. Una simple jugada puede cambiar absolutamente todo. Unai Simón y Álvaro Morata vivieron este lunes ese carrusel de emociones que acabó llevando a España a cuartos de la Eurocopa. En esta ocasión acabó saliendo cara en la moneda, pero el camino fue tortuoso. El portero y el delantero centro pasaron de villanos a héroes en un partido de locura. 

Fueron 120 minutos inmensos en el que se sucedieron errores y aciertos. España coleccionó cromos del primer tipo con los fallos de Koke y Morata antes de la desgracia protagonizada por el meta del Athletic. Unai se zampó sin remedio una cesión de Pedri. Fue una cantada histórica que pudo marcar para siempre al arquero si Croacia se hubiese llevando la victoria.

La mano salvadora

No fue así. En ese cambio de guion tuvo un protagonismo clave Unai con dos paradones: uno en el minuto 67 en un remate de Gvardiol y otro en el 95. Su mano izquierda evitó que el tiro de Kramaric acabara en la red. Suspiró Unai y suspiró España entera. 

Morata se sacó de golpe todos los puñales e igualó a Fernando Torres como máximo goleador español en las Eurocopas con cinco tantos

El error más grotesco de toda la Eurocopa quedó sepultado, al igual que la nefasta racha de Morata, que volvió a exhibir su enorme trabajo, premiado esta vez con un gol decisivo que desniveló el 3-3 en la prórroga. Ese tanto supuso una liberación total para el delantero madrileño, que ha sufrido graves amenazas hacia su familia. No faltaron sus clásicos fallos en la definición, pero su zurdazo compensa todo. La celebración del banquillo español, con Luis Enrique totalmente desatado, fue el mejor reflejo del éxtasis final de la Roja. 

Subidón final

Diez goles ha sellado España en sus dos últimas actuaciones, un registro espectacular teniendo en cuenta los problemas ofensivos de las primeras citas. Morata se sacó de golpe todos los puñales e igualó a Fernando Torres como máximo goleador español en las Eurocopas (cinco tantos) en una jornada que empezó con drama y terminó con un subidón que certifica un nuevo éxito del seleccionador.

"No recuerdo haber vivido un partido así en mi carrera. Fue épico, tuvo de todo"

Luis Enrique - Seleccionador español

Las elecciones del asturiano, que apostó por Unai en lugar de De Gea y mantuvo a Morata contra el clamor de todo el país, han tenido luces y sombras, pero el resultado final puede darse por satisfactorio. "No recuerdo haber vivido un partido así en mi carrera. Fue épico, tuvo de todo", aseguró Luis Enrique, feliz por la respuesta de su bloque ante las dificultades. 

Desgaste mental

Acostumbrado a las críticas desde su convocatoria, el técnico disfruta de sus mejores momentos. Ha formado un grupo unido desde el primer jugador al último, como se vio este lunes con el apoyo unánime a Unai Simón. "El fútbol es un deporte de errores. Unai ha dado una lección. Después del fallo lo que importa es levantarse y volver a intentarlo. Me alegro mucho por él", apuntó sobre el meta vasco.

España ya se encuentra entre las ocho mejores, pero sigue habiendo aspectos a mejorar. "Mentalmente esto cansa más que un ironman. Nuestro error fue pensar que con 3-1 estaba todo hecho. El fútbol nos dio otra oportunidad esta vez, pero normalmente no te la da", concluyó Lucho.