Después del estreno anoche de la décimo segunda edición del Pórtico de Zamora con el concierto de Tenebrae Consort llega la jornada central del Festival. Sin abonos ni entradas desde hace días, San Cipriano acoge hoy las actuaciones de prestigio de José Miguel Moreno, el grupo Hespèrion XXI dirigido por Jordi Savall y el joven Trío Arbós. Cada intérprete con su estilo, repertorio y época musical abundarán en la «melancolía» y la «locura» que vertebran el ciclo y que mañana completa Raquel Andueza y La Galanía, precisamente, con el recital «Yo soy la locura».

La jornada empieza con el concierto matinal de José Miguel Moreno (12.00 horas) que traerá su laúd barroco para interpretar «Ars Melancholiae» con partituras de Sylvius Leopold Weiss y Johann Gottfried Conradi para dar vida a notas de los siglos XVII y XVIII.

En el escenario de San Cipriano, José Miguel Moreno demostrará por qué está considerado como uno de los mayores especialistas mundiales en instrumentos históricos de cuerda pulsada. Al madrileño le parece que rescatar las partituras de siglos pasados con los mismos instrumentos que las interpretaron entonces «no es ni mejor ni peor» que hacerlo con los modernos, pero sí «una elección personal». Por el camino, Moreno ha fundado diversos grupos como La Romanesca y Orphénica Lyra aunque actualmente «me siento más a gusto interpretando solo».

Por la tarde llega la cita más esperada de «Loco era el melancólico» con la presencia de Jordi Savall al frente de Hespèrion XXI. El maestro barcelonés viene acompañado de los músicos Rolf Lislevand, Andrew Lawrence-King y Pedro Estevan para interpretar el programa «Folías y romanescas», un programa que queda a expensas del gusto de Savall por la interpretación.

El polifacético Savall fundó el grupo Hespèrion XX (XXI con el cambio de milenio) hace ahora cuarenta años para iniciar una frenética carrera tanto en la grabación de discos -hasta seis cada año- como en centenares de conciertos. A lo largo de cuatro décadas, Savall ha desenterrado multitud de partituras enterradas por el olvido y la oscuridad de los siglos, al tiempo que ha defendido el uso de los instrumentos históricos para «acercarnos» al pasado, si bien el violagambista reconoce que «cada actuación es única».

Por la noche, la melancolía toma San Cipriano con la presencia de Trío Arbós, la formación compuesta por Juan Carlos Garbayo (pianista), Miguel Borrego (violín) y José Miguel Gómez (violonchelo). Premio Nacional de Música el pasado año, Trío Arbós interpreta junto al clarinetista José Luis Estellés la obra «Cuarteto para el final del tiempo», escrita por el francés Oliver Messiaen en un campo de concentración nazi. La velada nocturna cierra la jornada más importante del Festival.