Música y Navidad son dos términos que van íntimamente unidos. Millones de hogares en toda Europa encienden el televisor el día uno de enero para escuchar el el tradicional concierto de Año Nuevo desde la Ópera de Viena. En la capital, el papel le corresponde a la Joven Orquesta Sinfónica, que trabaja en un repertorio puramente navideño previsto para el sábado en el auditorio de Caja España (20.30 horas).

Como novedad, los músicos compartirán escenario con la pianista profesional Paula Coronas. "Paula es una pianista malagueña, docente y concertista en diferentes agrupaciones que ha oído buenas críticas de nuestro trabajo y, dado que tiene raíces en Valladolid, se ofreció realizar una colaboración con nosotros", explica Aurea Donate, directora de la formación.

El repertorio está compuesto por obras típicamente navideñas, como la Obertura del Cascanueces, que servirá de presentación de la orquesta. El concierto de piano de Hydn interpretado por Paula Coronas conectará la actuación con la segunda parte, en la que está incluida la Danza del Hada de Azúcar, "una pieza para ballet muy conocida", precisa la directora.

El concierto continúa con La Farándula de Bizet, la Danza Húngara de Brahms, una polca de Johann Strauss -que se interpreta pulsando directamente la cuerda- para terminar con el Brindis de La Traviata.

Y es que la música está ligada históricamente a fechas tan especiales como la Navidad. "Además de directora soy músico profesional, trompista, y en navidades siempre me reprochan que nunca estoy. Y es cierto, porque los músicos trabajamos cuando los demás se están divirtiendo", confiesa Aurea Donate. "Cuando me propusieron hacer este concierto el día 2 de enero, me pareció acertado tocar solo un día después de Año Nuevo", añade.

Músicos de viento

En cuanto a la Joven Orquesta Sinfónica de Zamora, los músicos trabajan para hacer estable su actividad, después de una época de "muchos conciertos y mucho trabajo". Un esfuerzo que, a juicio de Aurea Donate, ha dado sus frutos dado que "hemos mejorado mucho en los últimos meses".

Si hay que buscar un "pero" -siempre conviene hacerlo- es la desigual formación de la banda, que está sobrada de intérpretes de cuerda, no tanto así de viento. "Si hay músicos de viento que les apetece venir, estaremos encantados de recibirlos", añade la responsable.