Un triple con malabarismos convertido por el ruso Vitaliy Fridzon a falta de cuatro segundos para el final del partido dio la victoria (74-75) en el último suspiro a los suyos frente a Brasil, que encajó de esa forma su primera derrota en Londres 2012.

Andrei Kirilenko fue el máximo anotador de Rusia, con 19 puntos, escudado por los 18 tantos y siete rebotes de Timofey Mozgov y los 17 puntos y seis asistencias -también seis pérdidas- de Alexey Shved.

Rusia, que mantiene así su condición de invicta, salió con un quinteto sacado del CSKA de la temporada pasada (Ponkrashov, Shved, Kirilenko, Khryapa y Kaun), y, aun sin la energía que les caracteriza, aguantaron el ritmo gracias al duelo de muchos quilates entre los directores de juego.

Por un lado la endiablada velocidad de Marcelinho Huertas frente a la perfecta ejecución y distribución de Alexey Shved, flamante fichaje de los Minnesota Timberwolves de la NBA.

Brasil aprovechó el perezoso arranque de su rival para volcar su juego en la zona y sacar provecho de la inspiración de Tiago Splitter para acabar por delante (20-15) al término del primer periodo, gracias principalmente a su superioridad en el rebote ofensivo (6-1).

El equipo de David Blatt no tardó en darle la vuelta al marcador con un parcial de 0-8 (23-28) que coincidió con el despertar de Andrei Kirilenko, pero los sudamericanos se repusieron con unos buenos minutos de Nené Hilario, que dio potencia y respiro a los suyos en ausencia de Splitter.

Sin embargo otro parcial de 0-7 mandó al descanso a Rusia en ventaja (32-40) y con la sensación de que poco a poco iba tomando el mando del encuentro sin demasiada dificultad, apoyándose en la fortaleza de Timofey Mozgov y el acierto de Victor Khryapa.

Un dos más uno del base reserva brasileño Larry Taylor acercó a Brasil en el ecuador del tercer cuarto (45-49), pero la presión en todo el campo de los rusos y los fundamentos de Mozgov en la zona impedían que los de Rubén Magnano levantaran cabeza.

Brasil llegó a caer de 11 (48-59), pero Leandrinho Barbosa recortó el déficit con cinco puntos seguidos -una penetración y un triple- justo antes de afrontar el cuarto definitivo.

La "canarinha" apretó en defensa y de la mano de un espectacular Barbosa, decisivo con sus entradas a canasta y suspensiones a tres metros, igualó la contienda (63-63) a falta de 5:30 para el final.

El choque entró en su fase decisiva y ambos equipos se citaron en un final tremendamente igualado.

Dos penetraciones seguidas de Taylor y Barbosa pusieron a Brasil por encima (70-65), pero tras cuatro tiros libres fallados por Taylor y Shved, llegó la redención del base ruso con un triple que puso las tablas de nuevo (72-72), esta vez a falta de 26 segundos.

La respuesta llegó en forma de penetración imposible firmada por Marcelinho Huertas, que a su vez encontró la respuesta de Fridzon con una acción más improbable aún. Todo un espectáculo.