La ministra de Educación y FP en funciones, Isabel Celaá, ha reconocido que pasados 20 años desde la aplicación del Plan Bolonia es tiempo "prudencial" para "reflexionar", "evaluar" y, "si así se considera, modificar", sobre su implantación. Y, en este sentido, ha señalado que "nada haría más feliz" al Gobierno que "poder hacer una interlocución razonable sobre cualquier tema educativo en el Congreso y en el Senado".

Celaá ha participado este martes en la presentación del libro 'Bolonia, 20 años después. El Espacio Europeo de Educación Superior en España: Análisis de los debates parlamentarios', escrito por la doctora de la Universidad de Girona y exdiputada del PSOE entre 1996 y 2011, Montserrat Palma, quien participó en la reforma de la LOE y en la redacción de la Ley de la Ciencia, entre otros textos.

En su intervención, la titular de Educación ha señalado que el conocimiento es "la riqueza de las naciones" y, en este sentido, ha destacado la labor del Plan Bolonia para lograr este objetivo. "El hecho de que 47 países estén involucrados dice mucho", ha apuntado Celaá, para indicar que fue "una pieza más" en la eliminación de trabas" hacia una mejor educación.

Sin embargo, cree que dos décadas después ya se puede avanzar en un análisis de la situación. Y, al respecto, ha valorado la posibilidad de realizar "un debate sereno" que, además, requeriría el "consenso" de las fuerzas políticas como en su día, se produjo con la llegada del nuevo Plan.

Un debate de menos a más

Así lo explicó en el acto la autora del libro, quien indicó explicó que las negociaciones parlamentarias en este proyecto fueron "de menos a más". "Entre 1999 y 2010 hubo picos intensos y de conflicto, especialmente en 2007 y 2008", ha señalado Palma para apuntar que los focos de discordia se centraron, principalmente, en la reforma de las titulaciones. Este periodo dio paso, según la exdiputada, a "una fase reposada en las que se trataron muchos temas educativos de interés".

"Nos debatíamos entre llegar a tiempo a la implantación en 2010 o mantener un debate sosegado", ha recordado Palma, para añadir que, finalmente se "construyó un consenso" para un "proceso compartido" que, a su juicio, "ha dado sus frutos".

La autora ha destacado, además, la importancia que tuvo este logro parlamentario para la Universidad. Una situación que también ha destacado el Ministro de Ciencia y Universidades en funciones, Pedro Duque, recordando que el programa Erasmus ya permitió observar las diferencias entre los diferentes sistemas de conocimiento que había en Europa.

EL titular del ramo reconoce que la actual ley de universidades "viene" de Bolonia pero ha reconocido, como su homóloga de Educación, que no se sabe lo que viene ahora. De ahí que haya defendido la necesidad de una reforma de esta norma para, entre otros objetivos, internacionalizar la Universidad española, mejorar las becas, crear un nuevo marco de gobernanza, facilitar la labor investigadora o reforzar el sistema de transferencia del conocimiento.

"Es una estrategia de país, reformar la educación para una mejor adaptación de los jóvenes a lo que de ellos reclama la sociedad", ha concluido