La Feria de la Cerámica y Alfarería Popular abrió ayer sus puertas en la edición que supone los 45 años de una madurez muy bien llevada, ya que el certamen goza de muy buena salud, tanto por la cantidad y calidad de los artesanos que acuden al recinto, desde hace unos años patrocinado por Caja Rural, como por los buenos resultados de ventas que llevan al menos tres años cosechando un éxito importante.

Son 42 los alfareros que ocupan la plaza de Viriato (a los que habría que sumar otros tres de cerámica antigua), trece de ellos de la provincia de Zamora. La mayoría ofrecen piezas de barro de Pereruela, aunque con talleres radicados tanto en este pueblo (cuatro), como en la capital (seis), o El Perdigón (uno) y tiene representación asimismo la otra alfarería provincial por antonomasia, la de Moveros de Aliste, con dos puestos. El resto de puestos ofrecen una amplísima representación de la mejor alfarería de toda España. Destaca por su número la de Salvatierra de los Barros, en Badajos, con siete puestos en la Feria, los tres de Cáceres (dos de Arroyo de la Luz y uno de Trujillo), Toledo (Villafranca de los Caballeros, Velada y Puente del Arzobispo) y Salamanca (Vitigudino, Cespedosa de Tormes y Alba de Tormes. Además hay presencia alfarera de Valladolid, Segovia, Portugal, Orense, León, La Rioja, Jaén, Granada, Coruña, Córdoba, Castellón, Cantabria, Ávila, Almería y Alicante.

Entre los alfareros hay buenas perspectivas. La organización se ha asentado tras las convulsiones vividas años atrás de tal forma que el reparto de puestos está estabilizado y se ha procurado intercalar las piezas de distintas procedencias, para que no quede, como antiguamente, junta por ejemplo toda la de Pereruela.

Ramón García Casado, uno de los responsales de la Feria, indica que quizá los cinco días de duración del certamen de este año sean excesivos, pero las circunstancias mandan y ni se podía prescindir del fin de semana ni tampoco dejar el día de San Pedro sin "cacharros". De la misma opinión es Marisa Vergara, que se encarga de los ceramistas, 52 en esta edición, con cierta renovación, ya que algunos han dejado de venir "algunos porque han cerrado" mientras otros han retomado presencia, tras años de ausencia de una Feria que sigue teniendo atractivo, sobre todo porque es de instalación gratuita y suele responder a nivel de ventas.

Son cinco los ceramistas de la provincia presentes (de Zamora, Benavente, Andavías, Puebla de Sanabria y Gamones) y la misma presencia tienen talleres de Asturias, León, Palencia y Valladolid. También hay puestos de Portugal (tres), Vizcaya (dos), Toledo, Soria, Sevilla, Segovia (dos), Salamanca (tres), Madrid (dos), La Rioja, Coruña, Castellón, Cantabria (tres), Burgos (dos), Ávila (dos) y Alicante (dos) .

Poco antes de la actuación folclórica de La Morana, a última hora de la tarde, el alcalde, Francisco Guarido, cortó la cinta inaugural, acompañado por concejales de su grupo y de Ciudadanos y por los principales patrocinadores, Caja Rural, que pone las estructuras de metal y toldos (con un coste de unos doce mil euros anuales) y de HiLED, que se encarga de la iluminación, con lo que el Ayuntamiento no tiene que desembolsar un euro. La concejala de Cultura, María Eugenia Cabezas destacó las novedades de la edición de este año: una muestra de piezas originales de tema musical en el Museo Etnográfico, abierta durante toda la feria en el horario habitual y dos espectáculos "performance", el lunes y martes, 27 y 28 a las ocho de la tarde, frente al edificio de las Arcadas.