Tras muchos años sin pisar el escenario del Teatro Principal, el veterano cómico Josema Yuste visita Zamora este fin de semana con la comedia "Taxi", de Ray Cooney, en la que se acompaña de actores como Felisuco y Alfredo Cernuda. 2

-¿Cómo está acogiendo el público "Taxi"?

-La verdad, estoy muy contento con cómo está saliendo todo. Creo que es una comedia muy fresca con un mensaje muy positivo. Es un canto a la vida y al amor con mucha carga cómica. Desde el escenario notamos que al público les gusta mucho, así que creo que los que vayan a verlo a Zamora saldrán con una inyección de optimismo importante.

-Además de como actor, en esta comedia se estrena como director. ¿Cómo está resultando la experiencia?

-Genial. Era el momento adecuado para dirigir una obra y venía tiempo mascullando la idea, porque creo que tengo la experiencia suficiente para asumir este reto. He contado con la ayuda de Alberto Papa-Fragomén, un buen ayudante de dirección y que también ha ayudado en la adaptación, por lo que estoy contento y tranquilo con mi trabajo. La gente no regala las cosas sino que hay que ganárselas y cuando dicen de verdad que algo les gusta, se nota.

-¿Es complicado analizar cómo salen las cosas como director mientras se está interpretando?

-No es nada fácil y yo lo sabía. Estoy más del 85% del tiempo que dura la obra en el escenario y obviamente no puedo estar fuera, al igual que en los ensayos. Por eso la ayuda de Alberto es tan importante, porque es el que está enfrente y me dice las cosas que pasan. Cuando eres actor, necesitas una persona al lado que te asesore. Si los tienen los políticos, ¿por qué no lo vamos a tener los actores?

-Este montaje ha estado tristemente marcado por el fallecimiento de Pedro Reyes, que estaba en el montaje original.

-Aunque es una comedia muy coral, él era uno de los tres personajes principales. Falleció cuando nos encontrábamos en la tercera semana. Tenía una fuerza cómica en el escenario como yo pocas veces he visto jamás en un actor en mi vida. Su forma de interpretar era muy suya, muy surrealista y aunque a veces tenías que prestar atención a lo que decía porque hablaba a borbotones, era tal su presencia y su vis cómica que no te puedes imaginar lo impresionante que era en el escenario. Lo suplía todo con su fuerza arrolladora. De hecho se lo dije una vez: los dos cómicos que más me han hecho reír en toda mi vida han sido sin duda Tip -de Tip y Coll- y él.

-Ha hecho centenares de obras de teatro, televisión, cine... ¿Con cuál se queda?

-Todo tiene su lado bueno y su lado menos bueno. En lo que me queda de vida y de carrera, prefiero el teatro, porque es el refugio del actor, donde puedes dar lo mejor de ti mismo y donde al final eres tú el que decides. Allí, aunque no lo parezca, el trabajo es más relajante. Estar en una serie interpretando un personaje importante te hace invertir muchas horas y tener una gran presión porque dependes de la audiencia. Aunque es verdad que no reniego de nada.

-El poder ver la reacción del público en directo y no quedarse solamente con el fenómeno fan.

-Claro, porque es quien te corrige, te modifica y te enseña qué camino tomar para mejorar. Es bueno guiarte por él y no obcecarse con eso de "yo hago lo que quiero y a los demás que le den". Trabajamos para la mayoría de la gente y, además, siempre digo que hago comedia cómica y mi exigencia es muy alta. Los que hacemos humor, en el formato que sea, tenemos la obligación de hacer reír a la gente porque, para mí, la carcajada es primordial. No busco solamente la sonrisa sino la carcajada, porque es síntoma de que te ríes a gusto, desde dentro.

-¿Están peor valorados los cómicos que los actores dramáticos?

-En general sí, pero estoy viendo que en los últimos cinco o siete años, con la llegada de los monologuistas, el humor está tomando una presencia importante. Ahí está Dani Rovira que es un cómico excelente y que está en un momento brillante. Desde luego, el público está claro que nos respalda, porque, ¿cuántos actores dramáticos tienen premios y poco trabajo? Conozco a muy pocos actores de comedia que estén en el paro.

-En los ochenta y noventa triunfó con Martes y 13, un grupo que hasta los jóvenes que entonces no habían nacido aún conocen. ¿Qué queda del Josema Yuste de entonces?

-Todo. Soy el mismo de entonces, aunque con la voz más cascada (risas). Tengo el mismo sentido del humor y la misma ilusión por trabajar o incluso más que hace treinta años, y eso es muy importante. Cuando voy al teatro voy feliz, como quien va a jugar al tenis, y espero no perder eso nunca. Mientras crea que tengo facultades para ello seguiré encima del escenario.