Juan Reinaldo Sánchez (La Habana, 1949) fue teniente coronel del ejército cubano y miembro del equipo de guardaespaldas personales de Fidel Castro desde 1977 hasta 1994, cuando fue enviado a prisión por negarse a seguir desempeñando funciones para la inteligencia de la isla. Permaneció dos años en la cárcel y en 2008 logró escapar a Miami, donde vive ahora. En 2014 publicó, junto con el periodista francés Axel Gylden, ´La vida oculta de Fidel Castro´, en el que describe al líder cubano como una persona maquiavélica y caprichosa.

Pregunta: ¿Cómo entró usted a trabajar en el servicio de escoltas de Fidel Castro?Respuesta:

Comencé a trabajar en la escolta de Fidel Castro en 1977, después de estar prestando servicios por nueve años en la dirección de seguridad personal en otros anillos que conforman la seguridad de Castro. En el año 1974 me designaron para pasar una escuela de especialistas en seguridad personal y después de pasar dos años y medio en esa escuela, me dicen que he sido escogido para ingresar en la escolta del comandante en jefe.

P: ¿Qué imagen tenía de él antes de trabajar para él?R:

Siempre he dicho que para mí Fidel Castro constituía el símbolo más grande que existía en el mundo y que estaba no solo dispuesto a dar la vida por él, sino que deseaba dar la vida por él.

Todo eso se derrumbó cuando yo mismo compruebo que Fidel Castro era quien dirigía el tráfico de drogas y armas en cuba, como bien relatamos Axel y yo en el libro.

P: En su libro, detalla las relaciones de Castro con el tráfico de cocaína

R: Estábamos en palacio y yo en la antesala del despacho de Fidel. El propio Fidel sale y me dice que el ministro del Interior José Abrantes vendría a reunirse con él.

Cuando llega Abrantes le llevo ante el comandante y cierro la puerta de su despacho. Al instante, sale Fidel Castro y me dice que no grabe la conversación. Desde mi posición en la antesala del despacho yo tenía acceso a los micrófonos que grababan dentro del despacho de Fidel.

Pasa alrededor de una hora o quizás un poco más y ni Fidel había pedido su trago de whisky habitual cuando se reunía con Abrantes ni éste había solicitado su cortadito -cafe cubano con crema de leche-. Eso me hace pensar y decido abrir uno de los micrófonos del despacho. Me pongo unos audífonos que teníamos allí y oigo una conversación que cambió mi vida para siempre. El pedestal donde yo tenía ubicado a Fidel hasta ese momento se derrumbó.

Fidel estaba autorizando la entrada y estancia en Cuba de un lanchero -persona dedicada al tráfico de drogas- a que permaneciera una semana en Cuba con parte de su familia.

Ese fue el inicio de una gran desilusión. Después vendrían otros como el fusilamiento del general Ochoa, supuestamente por estar implicado en el contrabando de droga. Esa fue la gota que derramó la copa , pues yo sabía que era Fidel quien organizó y dirigió el tráfico y para limpiar la figura de él y de su hermano Raúl no solo fusiló al general Ochoa, sino que también fusiló a otros oficiales del Ministerio del Interior y de las fuerzas armadas y envió a prisión al general Abrantes.

P: ¿Qué pretendía Castro con el narcotráfico?

R: Fidel buscaba con el comercio de la droga, en primer lugar, obtener dólares frescos para una economía que recibía todo lo que necesitaba de la antigua URSS, pero nada de dinero efectivo. Y, en segundo lugar, quería causarle tanto daño como fuera posible a la sociedad norteamericana.

P: ¿Es cierto que también se ha enriquecido con el tráfico de diamantes?R:

Esos fueron unos diamantes que le mandaron a Fidel Castro desde Angola. Los diamantes se habían adquirido mediante el intercambio de productos y alimentos en el mercado de Angola, ya que los nativos no tenían dinero y pagaban con especias.

Fidel, al recibir los diamantes, de talla muy pequeña y dentro de una caja de puros, llamó a su ayudante Pepín Naranjo. Le ordenó que los vendieran en el mercado internacional y depositaran el dinero en su cuenta en el exterior.

P: ¿En qué aspectos se fijaba más el servicio de protección cuando viajaba fuera?

R: Debo decirle que la seguridad de Fidel Castro es un sistema de protección donde se encuentran varios anillos de protección con determinadas funciones cada uno de ellos. La revisión de alimentos, ropa, automóviles y todo cuanto entra en contacto con Fidel Castro es llevado a cabo por técnicos de cada especialidad y lo mismo se efectúa en cuba que en el exterior.

En ocasiones no es posible establecer la revisión técnica de algunas cosas que van a llegar a Fidel y es ahí donde entra a jugar la iniciativa y la experiencia de los componentes de la escolta personal de Fidel.

P: ¿Puede contar anécdotas de su viaje a Galicia en 1992?R:

Aquel viaje a España fue un viaje bastante grande. Primero fuimos a Madrid, a la Cumbre Iberoamericana, después a la Expo de Sevilla, más tarde acudimos a los Juegos Olímpicos de Barcelona y por último la visita a Galicia.

No tuve mucho tiempo de tomar todas las medidas que se requieren para un viaje de ese tipo, toda vez que la visa para poder viajar a España nos llegó muy tarde y no teníamos tanto tiempo para trabajar allá.

Por ese motivo yo tuve que ir delante de Fidel, como en una carrera. Los medios de revisión técnica, como equipos para alimentos y bebidas, no habían llegado y Fidel se disponía a comer con Fraga. Era una especie de espacio abierto donde los vecinos del lugar llegaban con todo tipo de bebidas y comidas y tuve que probarlas antes de que pasaran a la mesa de Fidel Castro.

P: ¿Es cierto que sufrió una grave crisis de salud al volver a Cuba?

R: La crisis de la enfermedad de Castro en 1992 ocurrió al poco tiempo de regresar. Fidel incumplió su sistema de dietas alimenticias y eso trajo como consecuencia una fuerte recaída de la enfermedad. En una ocasión lo ví encima de una camilla blanco, muy pálido e inconsciente. No aceptaba las transfusiones de sangre que le aplicaban los médicos. Eso se resolvió con la donación directa de sangre de dos escoltas de Fidel que tenían el mismo grupo sanguíneo y con otros medicamentos.

P: ¿Dónde arrancan los problemas de salud de Castro?

R: Los problemas de salud de Fidel yo los conozco en el año 1983 cuando tiene una crisis de su enfermedad al regresar de la india. En ese momento la junta de médicos que lo atienden estaban divididos por dos criterios, unos abogaban por la intervención quirúrgica y la otra parte por la medicación. Prevaleció la medicación y ahí se produjo la crisis de 1992 y la crisis de 2006.

P: Castro tenía varias mansiones en la isla. ¿Qué hacá en ellas y cómo son?R:

Tenía más de 20 residencias en toda cuba que yo visité personalmente con él. Son de su uso exclusivo. Posee yates e incluso hasta un coto de caza llamado 'La Deseada' en la provincia de Pinar del Río.

P: ¿Cómo era Castro en las distancias cortas?R:

Fidel Castro tenía un gran carisma y una fuerte personalidad que inspiraba respeto desde el primer momento. Sin embargo, tenía también un ego muy grande que no le permitía soportar críticas de nadie y se enfurecía fácilmente cuando se le contradecía o no se cumplía al pie de la letra lo que él orientaba. Era, además, egocéntrico. Le gustaba ser aclamado y vitoreado por las masas.

P: ¿Cómo era un día ordinario en la vida de Castro?R:

Fidel Castro tenía un sistema de trabajo bastante inusual. Comenzaba a trabajar a las 4 o 5 de la tarde si no tenía una reunión importante antes de esa hora y trabajaba en su despacho hasta las 8 o 9 de la noche. Después salía a visitar a sus amigos o alguna visita importante que está en el país hasta altas horas de la madrugada. Fidel no tenía horas para reunirse con nadie. Las reuniones con él podían ocurrir en cualquier horario del día o de la noche, él era el que imponía su horario y nadie más.

P: ¿Cómo ha sido su relación con su familia?R:

Antes de su enfermedad de 2006, Fidel era un hombre bastante apartado de su familia. Nunca vi a un hijo suyo darle un beso al padre por la mañana o interrumpir algo que estaba haciendo por hablar con su familia. Sin embargo, a partir de 2006, cuando se agrava su enfermedad se ve necesitado de sus familiares más cercanos.

P: ¿Le vio dolido o arrepentido por algo?

R: Nunca lo vi dudar o arrepentirse de algo. Siempre estaba muy seguro de todo lo que había hecho. Quizás en su interior soportó alguna pena pero nunca la expresó y mucho menos un arrepentimiento.

P: ¿Cuántas veces cree que intentaron asesinarle?R:

En el libro describimos cómo es el tema de los atentados a Fidel. A él nunca le han realizado un atentado. Todos los intentos se han quedado en algunos de sus anillos de protección. Otros no se realizaron porque a última hora decidieron no realizar la acción contra Fidel. En realidad de idea de más de 600 atentados realizados a Castro es una exageración y solo unos pocos tuvieron posibilidades reales. Yo diría que menos de unos 100.

P: ¿Qué es lo que más le preocupaba a Castro?R:

Lo que más le preocupaba a Fidel Castro es lo que se diga de él cuando culmine su obra, de ahí que escriba tanto, eso explica tanto la razón de su lucha en esta vida.

Él fue un gran admirador de Simón Bolívar y también de Carlos Manuel de Céspedes. El primero terminó olvidado en el río Magdalena y el segundo, el padre de la patria de Cuba, fue destituido como presidente de la República en armas y debió enfrentarse solo a los españoles que le perseguían. Le preocupa mucho quedar relegado a un lugar no protagonista dentro del Estado y el Gobierno y se enoja mucho cuando no le consultan algo importante.

P: Usted presentó al régimen su propuesta para jubilarse en 1994 y el castrismo le encarceló dos años. ¿De qué se le acusó y cómo resistió en prisión?R:

Al presentar mi jubilación, no querían que me jubilara, y me propusieron varios trabajos. Yo insistí en que quería jubilarme. Entonces me acusaron de insubordinación y me condenaron a dos años de prisión. Soporté muchas cosas, desde torturas hasta intentos de asesinarme en la prisión, lo cual está bien detallado en mi libro.