Hasta al propio Eduardo García Valiente, cuando habla con los medios de comunicación, se le escapa de vez en cuando la palabra "Camba" cuando quiere hablar de su pabellón. Y es normal, sus ocho temporadas como técnico zamorano las ha vivido en el banquillo del pabellón sito en la Ciudad Deportiva. Una instalación que el Balonmano Zamora abandona para hacer del Ángel Nieto el escenario de sus batallas en la élite. Una casa que deberá llenar de nuevos recuerdos.

Con el estreno liguero en el Pabellón Ángel Nieto, atrás quedan muchas y muchas anécdotas entre los ladrillos del Manuel Camba. Más de una década de partidos y entrenamientos en los que la escuadra zamorana ha cosechado tanto éxitos como fracasos que le han llevado a escribir una de las historias deportivas más importantes jamás vividas en esta provincia.

Pocos recuerdan ya a aquel equipo que acababa último en la Segunda División -la liga regional- y que, por exigencias del guión acabó haciendo de la instalación de la Ciudad Deportiva su casa. Un conjunto del que solo quedan ya en el MMT Seguros dos jugadores: Iñaki y Carletes.

Ellos podrían contar las tardes en que apenas una veintena de personas -en su mayoría madres y jugadoras- acudían a animar al equipo zamorano. Una afición que era la más ruidosa ya en los primeros años con García Valiente al frente luchando por el ascenso. Temporadas en las que se logró la victoria más amplia como local del equipo (ante Ciudad de Burgos) o se conquistó el primer título liguero. Lástima que, ese año, el Camba no fuera un eficaz talismán como escenario de una fase de ascenso que se acabó adjudicando Keymare Almería B.

Fueron los primeros buenos y grandes recuerdos como local para el MMT Seguros en el Manuel Camba donde, si bien no se ascendió como local, se gestaron tres saltos de categoría. Y es que, apenas una docena de veces perdió a partir de entonces el cuadro de Viriato como local.

Con los años de bonanza, la grada también fue cada vez estando más concurrida. Pronto, el primer lleno ante el Keymare se quedó en anécdota y partidos como los duelos ante Chapela o el choque de trenes ante BM Alcobendas en Plata obligaron a pensar una alternativa para dar cabida y comodidad a toda la afición.

La solución estaba clara: regresar al Ángel Nieto. Si, regresar. Porque al principio de su andadura, esa era la casa de un Balonmano Zamora que retornó ya como local el pasado año frente a Academia Octavio. Un partido que resultó todo un éxito y que disipó cualquiera duda sobre la mudanza que este verano ha llevado a cabo la entidad "pistacho".

El MMT Seguros "reestrena" feudo en competición oficial y lo hará con la intención de seguir acumulando recuerdos, esta vez entre las coloridas paredes de un pabellón que ha sido retocado para que también cuente con el color del conjunto que le representa en la Liga Asobal. Una competición que traerá consigo más cambios que la mudanza del equipo al pabellón más grande de la ciudad.

Con el ingreso en la élite y la vuelta al Ángel Nieto, el Balonmano Zamora prepara iniciativas con las que acompañar sus partidos. Encuentros que traerán a las muchas de las estrellas del balonmano internacional a la capital del Duero y que deben suponer las primeras páginas del álbum de recortes de la entidad zamorana lejos de la goma verde.

Eso sí, el Manuel Camba seguirá siendo sede de partidos de balonmano. Y es que, aunque el MMT Seguros se haya mudado al Ángel Nieto, dejará a sus "cachorros" del Construcciones Tevisa, dirigidos por Borja Arnedillo, que disfruten del que ha sido su campo. Que, como durante la última década, puedan hacerse grandes entre sus paredes con el paso de los años.