La riqueza vitivinícola de la provincia de Zamora ha convertido a este territorio en acreedor de tres rutas del vino certificadas por la Asociación Española de Ciudades del Vino. Se trata de las rutas de Toro, Arribes y la última incorporación, correspondiente a la Ruta del Vino de Zamora. Esta última, de hecho, se ha ganado a pulso entrar en la lista de 34 recorridos relacionados con este maná que se distribuyen por todo el país. La Ruta del Vino de Zamora es una propuesta enoturística que abarca un extenso territorio de la provincia de Zamora y parte del norte de la de Salamanca; un territorio enclavado en el área de influencia del río Duero, a lo largo de casi 1.800 kilómetros cuadrados repartidos en 56 municipios (46 zamoranos y 10 salmantinos, incluidos estos últimos en la DO Tierra del Vino de Zamora) y que tiene su origen en la comarca tradicionalmente denominada Tierra del Vino.

Esta incorporación se une a las ya consolidadas rutas del vino de Arribes y de Toro. La primera de ellas, se sitúa entre las provincias de Salamanca y Zamora, en el límite con la frontera de Portugal. Se trata de un paraíso cobijado entre 180 kilómetros de cañones fluviales de granito y rocas metamórficas que perfilan el río Duero. El microclima de la zona hace que la Denominación de Origen Arribes sea única y especial. Esta ruta, de hecho, ofrece una gran variedad de posibilidades gastronómicas, enológicas, arquitectónicas y culturales, rodeadas de una gran riqueza faunística y de naturaleza. La Ruta del Vino de Arribes está formada por más de 40 socios que con sus establecimientos constituyen una oferta turística muy completa y para todos los gustos.

Por su parte, la Ruta del Vino de Toro pretende ofrecer experiencias que dejen huella. Es la alternativa perfecta para un fin de semana de turismo de interior, en una zona repleta de historia, patrimonio, cultura y gastronomía y con una enorme tradición vinícola de calidad. La comarca de la Denominación de Origen Toro abarca diecisiete términos municipales entre el sureste de la provincia de Zamora y el suroeste de la provincia de Valladolid. Cuenta con relieves suaves y ondulados y superficie caliza que permiten, junto con el clima, que la tinta de Toro sea la mayor seña de identidad, ofreciendo vinos equilibrados y de gran calidad a todo aquel que los prueba.