La Denominación de Origen Arribes encara la vendimia en un momento dulce. Así lo entiende su director técnico, Carlos Capilla, que asegura que “las expectativas no pueden ser más positivas” para esta DO que ampara la producción de uva y la elaboración, crianza y comercialización de vinos en la zona en la que el río Duero une Zamora con Salamanca, un enclave privilegiado para el visitante y también para la elaboración de los mejores vinos.

En ese sentido, el responsable del Consejo Regulador asegura que la uva presenta “buena calidad y cantidad” y cumple con todos los requisitos de índole sanitaria para acometer con garantías una vendimia que ya está en marcha en estos momentos en 6 de las 18 bodegas que forman parte de la Denominación de Origen Arribes.

De este modo, un tercio de los miembros de la DO ha iniciado una vendimia que “se generalizará a partir de la semana que viene”, según Capilla. Será entonces cuando el grueso de las bodegas de los Arribes del Duero entre en esta fase clave del año, con el fin de elaborar el mejor producto y mantener la estela de crecimiento de años anteriores.

No en vano, en los últimos cinco años, la DO Arribes del Duero ha duplicado las ventas y ha logrado conquistar más mercados, tanto nacionales como internacionales, un logro que enorgullece a sus responsables, pero que no les hace caer en la relajación.

En ese sentido, Capilla recuerda que, en el tema del vino, como en casi todos los ámbitos de la vida, “lo importante no es llegar, sino mantenerse” y, en aras de lograr ese objetivo, el Consejo Regulador ha incorporado cinco nuevas variedades que le darán “otra dimensión”. En el horizonte, se sitúa la llegada de nuevos viticultores, proyectos de bodegas y un futuro despejado para el crecimiento de la Denominación de Origen, que seguirá ejerciendo como embajadora de los Arribes del Duero.