Con el frío y las bajas temperaturas, llega el momento de encender la calefacción y prepararse para estar cómodos en casa y más en estos tiempos de pandemia de coronavirus y restricciones.
Para que el frío no nos pille desprevenidos, es necesario acondicionar el hogar de cara al invierno y tener todo preparado.
Por este motivo, es momento de recordar los consejos que en años anteriores ha dado la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) para tener todo listo antes de dar al botón de encendido.
El primero de los consejos de la OCU es que antes de encender o cambiar la configuración de la caldera, es importante comprobar el estado de los radiadores y que funcionan correctamente.
En el caso de que se haya cerrado la llave de paso de todos los radiadores, es necesario abrirla y hacer una prueba para comprobar que el agua circula sin problemas.
Si esto no ocurre así, será necesario hacer un purgado de los radiadores.
Después, hay que comprobar la caldera y observar una seria de cuestiones: primero es necesario revisar la presión y hacerlo cuando esté en frío. “Aunque generalmente la presión debe estar entre 1-1,5 bares, consulta antes el manual de instrucciones del aparato y asegúrate de cuál es la presión recomendada por el fabricante”, aconsejan en la guía para hacer frente al frío, que en Zamora ya ha hecho acto de presencia.
Si la caldera sirve también para calentar el agua sanitaria, es necesario cambiarla a “modo inverno” o “calefacción +ACS”. Normalmente, viene indicado con los símbolos de un radiador para la calefacción y un grifo para el agua caliente, por lo que no será difícil encontrarlo.
Después, hay que ajustar la temperatura de trabajo de la caldera. Si esta es de condensación, se aconseja que la temperatura sea de entre 55 y 60 grados centígrados. En el caso de una mixta (calefacción +ACS), la temperatura de salida del agua de los grifos recomendada dependerá de si se trata de un sistema instantáneo (40-50 grados centígrados) o de una caldera con acumulador incorporado (55-60 grados centígrados).
El termostato es otro de los elementos que hay que revisar. Es el encargado de regular el encendido y el apagado del sistema de calefacción, por lo que los expertos recomiendan asegurarse de que funciona de forma correcta.
Para hacerlo, hay que subir la temperatura ambiente y comprobar si la caldera se pone en funcionamiento. Después, baja la temperatura del termostato y el sistema debería apagarse.
Con estos pasos, estaríamos preparados para encender la calefacción y afrontar el invierno y las bajas temperaturas.