Algo tan sencillo como tener el reposacabezas en una posición correcta puede evitar al conductor sufrir un esguince cervical al sufrir un accidente de tráfico. Así lo explica el dueño de Autoescuela Enedino de Zamora, Juan Francisco Pinilla Sandín.

“La mayoría de los conductores piensan que el reposacabezas es algo independiente del resto de elementos del asiento, y no es así”, explica. En realidad el asiento, el apoyacabezas y el cinturón forman un triángulo de seguridad que actúa conjuntamente.

Pero ¿cuál es la forma correcta de colocarlo? Pinilla explica que para una correcta sujeción, el respaldo debería estar a unos 105 grados con respecto a la horizontal, es decir, tan sólo un poco inclinado. Otra cuestión es la altura del mismo, debe coincidir la parte superior de la cabeza del conductor con la parte superior de este elemento. En cuanto a la separación, lo ideal es que sea entre cuatro y siete centímetros entre la cabeza y esta parte del asiento. “Esa es la forma de evitar el efecto “látigo” ante un choque por alcance, que puede producir como mínimo un esguince cervical”.

Esta seguridad pasiva dentro del vehículo es esencial, no en vano, explica Juan Francisco, es algo que explicamos en las clases de la autoescuela y el examinador puede pedirlo en las comprobaciones previas del examen práctico. Además, en el día a día “debería como mínimo comprobarse y, si se cambia de conductor, ajustarlo, porque solo se tarda un minuto en hacerlo y puede evitar males mayores”.

En cuanto al respaldo, debe tener 105 grados de inclinación y la banqueta debe permitir tener manos y piernas semiflexionadas. “Evidentemente, esto depende de la altura del conductor, pero un truco es que cuando ponemos las manos en la parte superior del volante, los brazos deben queda estirados, así cuando las bajamos a su posición de conducción, quedan en la postura correcta”, explica el director de la autoescuela Enedino.

Dentro de este triángulo de seguridad y, aunque parezca mentira, otro gran desconocido es el cinturón. “Todos sabemos que hay que abrocharlo, pero nos olvidamos de la tensión diferencial entre las dos partes que lo componen. En la zona pélvica debe tener suficiente tensión (evita en su caso el efecto submarino) y en la zona que recorre la cadera hasta el hombro es esencial que nunca pase por la base del cuello porque puede causar cortes o lesiones”, comenta. La posición correcta es pasar el cinturón desde el hombro y por en medio del pecho. Otro mito es que el cinturón de seguridad es perjudicial para las embarazadas. “Lo único que hay que tener en cuenta es que debe pasar por debajo de la barriga, pero es igualmente necesario y obligatorio”.

Finalmente están los espejos, algo más complicados. “Simplemente deben permitir ver el máximo posible, con el espejo interior debemos ver en sus esquinas superiores las de la luna trasera, en cuanto a los exteriores, deben estar paralelos al suelo y tener el máximo campo de visión trasera sin llegar a ver el lateral del coche”, puntualiza.