Vox recoge los beneficios del descalabro de Ciudadanos. Con esto podrían resumirse los resultados de una noche electoral que ha dejado al Partido Popular como la fuerza más votada en la provincia, puesto que recupera después que el PSOE se lo arrebatara en el mes de abril. Los socialistas, por su parte, no han sabido capitalizar el cambio del "cabeza de cartel" y, pese a sumar un porcentaje de votos mayor que hace medio año, son de nuevo segunda fuerza en Zamora.

Relacionadas

La sorpresa ha llegado en esta ocasión por el importante auge de Vox. La formación de extrema derecha consigue un diputado por Zamora al cosechar más del 17% de los sufragios emitidos, 4.000 más que en abril. Ciudadanos, que consiguió acta de diputado en abril, pasa a la quinta posición superado por Unidas Podemos.

El análisis de la jornada electoral pasa irremediablemente por los nefastos resultados de Ciudadanos. El partido naranja, que fue capaz de aglutinar a buena parte de los electores disconformes con el bipartidismo en abril, se ha hundido en las urnas. El electorado zamorano ha castigado el papel de la formación de Albert Rivera y ha dejado sin acta de diputado a José Antonio Bartolomé Cachón, cuyo paso por el Congreso ha sido breve. Ciudadanos ha perdido más de 12.000 votos en la provincia y ha pasado del 17% de los votos a menos del siete. Un hundimiento casi sin precedentes que deja al partido muy lejos de la representación.

Esos 12.000 electores que dieron su apoyo a Ciudadanos en abril y que ahora han cambiado el sentido de su voto son los que han modificado el panorama político zamorano. Vox y Partido Popular son las dos formaciones que se han repartido el "botín" dejado por la formación naranja. No obstante, el gran premio se lo lleva la formación de Santiago Abascal, que con una campaña sin grandes actos -aunque haya contado con la presencia de Javier Ortega Smith- y con un candidato desconocido para buena parte del electorado -Pedro Requejo Novoa ni siquiera vive en Zamora, ya que reside en Alcalá de Henares- ha conseguido acta de diputado en una provincia que solo cuenta con tres representantes en el Congreso de los Diputados. Un triunfo muy importante para un partido todavía sin trayectoria política alguna y sin todavía estructura sólida en la provincia de Zamora.

El PP es el segundo gran beneficiado del hundimiento naranja. Gana el PP un cuatro por ciento de apoyos y vuelve a situarse como la opción preferida de los zamoranos. Con todo, la subida es insuficiente para lograr los dos diputados -a los populares les han faltado poco menos de mil votos para ello-. Premio menor para una formación que en abril sufrió un severo correctivo y que ahora mejora resultados.

El PSOE, por su parte, empeora los resultados de abril, aunque lo hace con más porcentaje de voto. Esto es, Antidio Fagúndez ha sido capaz de atraer a parte de electorado de Unidas Podemos -formación que de nuevo empeora los resultados de la anterior convocatoria y que sigue sin conocer su suelo- pero, en conjunto, cosecha dos mil votos menos de los que obtuvo la lista liderada entonces por Mar Rominguera, que ahora se queda fuera del Congreso de los Diputados.

Así, el reparto de escaños en Zamora vuelve a ser cosa de tres partidos, aunque los zamoranos han cambiad, en esta ocasión, el naranja de Ciudadanos por el verde de Vox.