Los buenos o malos resultados tienen consecuencias, también económicas, para los partidos que concurren a las elecciones. De hecho, reciben 270,90 euros por cada concejal electo, y además una subvención de 0,54 euros por cada voto obtenido por cada candidatura que haya sacado al menos un concejal. Los partidos no pueden gastar lo que quieran en campaña, sino que el límite máximo es de 0,11 euros multiplicado por el número de habitantes de las circunscripciones donde se presente cada formación. Los que se presenten en al menos la mitad de municipios del país podrán gastar además otros 150.301 euros por cada provincia donde concurran. Además los partidos tienen derecho a una subvención de 0,22 euros por elector en cada una de las circunscripciones donde hayan sacado concejal. Para ello el partido en cuestión debe presentarse en las grandes localidades de la provincia y sacar representación. Desde que el pasado 31 de marzo tanto el Gobierno central como el autonómico convocaran oficialmente las elecciones, respectivamente, municipales y autonómicas, salen normas para regular los mínimos detalles, desde la forma de los sobres a los permisos para funcionarios.