El subdelegado del Gobierno en Zamora, Jerónimo Bermejo, ha señalado esta mañana desde su colegio electoral, el Gonzalo de Berceo, que la jornada transcurre sin incidencias y con absoluta normalidad. Bermejo ha destacado la labor de los 4.500 profesionales que velan por el desarrollo de la jornada electoral.

Los colegios

Tropiezo en el Gonzalo de Berceo. En el colegio electoral instalado en el Gonzalo de Berceo la mayor incidencia se produjo en torno a las 12.30 horas, cuando una señora de avanzada edad tropezó en uno de los escalones situado a la salida de las instalaciones y se precipitó al suelo. Pese a que no presentaba evidencias de heridas, la Policía Municipal decidió llamar al Servicio de Emergencias, que comprobó que la ciudadana se encontraba bien.

Obispo Nieto, sin sillas. En el Obispo Nieto, por su parte, hubo problemas a primera hora de la mañana por la ausencia de sillas para los interventores. Tan solo había lugar para que se sentaran los presidentes y vocales, por lo que hubo que contactar con el director del centro educativo para solucionar la tesitura.

Claudio Moyano, San Pedro se deja notar. Costó que arrancara la actividad electoral en el Claudio Moyano, el centro electoral más grande de Zamora. La participación ha empezado a repuntar alrededor de las doce del mediodía, "a la salida de misa" según aseguraban todos los apoderados. Las fiestas de San Pedro se han notado y los electores han retrasado la hora del voto con respecto al 20 de diciembre. Por lo demás, destaca la elevada presencia de miembros suplentes en las mesas electorales al no presentarse los titulares. La mayoría de las ausencias se correspondían con personas jóvenes, coincidían los allí presentes, "y lo peor es que no pasa nada" con las personas que faltan.

La Hispanidad, interventores desbordados. El colegio en el que depositan el voto los vecinos de Los Bloques vive una jornada sin incidencias, más allá de los problemas con el censo. Los interventores, desbordados por las preguntas de los electores, que no sabían donde depositar su voto al haber varias calles "trozeadas" entre distintas mesas y no aparecer el censo completo en la puerta del aula por las exigencias de protección de datos. Al igual que en muchos colegios, la participación ha sido mucho más baja que en diciembre hasta bien entrada la mañana. También elevada presencia de suplentes en las mesas electorales, que se han constituido con normalidad.

San José de Calasanz: "¿Se vota aquí o no se vota?". Durante la votación de la socialista Mar Rominguera, un ciudadano se ha dirigido a la candidata y sus compañeros de partido por "retrasar", en su opinión, su votación mientras Rominguera se hacía la foto oportuna. "¿Se vota aquí o no?", ha preguntado en voz alta, con cierto tono de malestar.

Colegio Arias Gonzalo: un recién llegado de Idomeni. Íñigo Rodríguez, de 24 años, recién llegado de ayudar a los refugiados en Oreo Kastro (Grecia) pasó su último día de vacaciones antes de comenzar a preparar el MIR presidiendo una mesa electoral, ya que era suplente y falló el titular. Tampoco ha podido participar con su Citröen en la concentración de San Pedro. En el mismo colegio cada hora sonaba el timbre de cambio de clase, ya que se olvidaron de desactivar el dispositivo. En una de las mesas sólo había cuatro papeletas, las del PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos, aunque el incidente se resolvió antes de abrir el colegio.

Instituto Maestro Haedo, suplentes titulares. Isabel Salvador y Francisca Terán, respectivamente presidenta y vocal de una misma mesa eran en principio suplentes, aunque al fallar los titulares se tuvieron que quedar. En la mesa del al lado Esteban Fernández se estrenaba de presidente de mesa recogiendo el voto de su hijo, Juan Fernández, que era la primera vez que acudía a votar.

Río Duero. Normalidad absoluta, más allá de los mayores del centro que se han acercado a votar por error.

La monja de clausura de Pinilla. En las Escuelas de Pinilla, ha presidido una de las mesas una monja benedictina de clausura, quien ha afrontado la novedosa cita con absoluta normalidad. Es más, la religiosa ha llevado empanadillas caseras para compartir con sus compañeros de "trabajo" durante la jornada.

Tres presidentas en el Jacinto Benavente. Por un error administrativo, tres personas se han presentado para presidir una misma mesa. La más joven, sin obligaciones familiares, ha decidido quedarse para ejercer la función.