En la Zamora rural el porcentaje de abstención ha superado al partido más votado durante las últimas elecciones, una cita electoral en la que el número de electores que ha decidido no ejercer su voto se ha disparado, sobretodo en los municipios más alejados de los núcleos urbanos. Los motivos son variados. Por primera vez la cita autonómica no ha coincidido con la votación municipal, una jornada con más tradición en los pueblos.Además, la fuga de población a las ciudades para pasar el invierno, la borrasca del pasado domingo y la necesidad de ponerse en carretera, podrían ser algunos de los factores que han hecho que las cifras de abstención en el mundo rural se hayan desbocado, sobre todo en el noreste de la provincia.

Y es que aunque el descenso del voto ha sido generalizado en toda la comunidad, la pérdida no supera el 5% en núcleos como Zamora, sus pueblos dormitorio, Toro o Benavente, donde la caída sigue la tendencia regional.

Sin embargo, la participación se desploma en los municipios eminentemente rurales de Zamora: cuanto más alejados de los núcleos poblacionales, mayor es la sangría. Cinco ejemplos de las principales cabeceras comarcales revelan que la abstención incluso se ha duplicado entre los comicios de 2019 y las últimas autonómicas, donde en la gran mayoría de los casos, la abstención supera al partido más votado y alcanza cifras de más del 40%. Así, los electores que no han votado, se han convertido en estas elecciones en el grupo mayoritario, una auténtica fuerza política.

El desplome de la participación va más allá de las cabeceras comarcales: abstenciones de más del 50% son realidad en pequeños municipios que salpican el mapa de Zamora, con mayor hincapié en la Alta Sanabria y Aliste: Pías, con apenas cien vecinos censados, soporta una abstención del 50%, frente al 20,18% de los pasados comicios. Rábano de Aliste sube la cifra hasta el 53,77%, después de que en 2019 tuviera un 25,15% de voto no emitido.

La abstención se duplica en las principales cabeceras comarcales Irene Barahona

El noreste de la provincia ha sido el que peor parado ha salido. Puebla de Sanabria es la cabecera comarcal que más abstención ha acumulado en las últimas elecciones, hasta un 42,55% de los censados han decidido no ejercer su voto esta vez, tres puntos más que el partido más votado, el PSOE, que se queda en un 39,22%.

Y es que desde 2019 la abstención en este municipio no solo se ha duplicado, sino que ha ido aún más lejos, pues por aquél entonces las personas que no decidieron ir a votar sólo representaron el 18,71%. Es decir, han pasado de ser el tercer grupo a convertirse en el primero. Una tendencia que se repite en las demás cabeceras comarcales de la provincia.

Villalpando también multiplica su abstención, que ha aumentado en un 15% desde 2019. En total, en el 13F el 34,28% de los censados en la cabecera de Campos no acudieron a las urnas, frente al 19,10% que se abstuvieron en 2019.

Un 42,40% de abstención se ha vivido en Fermoselle, que también ha duplicado la cifra frente a 2019, cuando un 20,24% de los censados decidieron no emitir su voto. En este 2022, la abstención también agrupa más electores que el partido más votado, en este caso, el PP se queda unas décimas por detrás, con un 42,17% de los votos.

Alcañices es la única cabecera comarcal donde a pesar de haberse duplicado la abstención, este grupo de electores no supera al del partido más votado. El PP sigue aglutinando al número más amplio de electores en la cabecera comarcal, y es que el territorio alistano es el único que le ha dado mayoría absoluta a los de Mañueco, con un 50,19% de los sufragios. El apoyo en Alcañices se sitúa algo por debajo que la media comarcal, en un 41,05%. Aún así, el voto azul supera a los no emitidos, que representan al 40,85% de los alcañizanos, más del doble que durante 2019, cuando la ausencia fue del 19,82%.

Alejado del Alfoz, Corrales del Vino también crece en su abstención, y pasa de un 24,35% de 2019 al 39,20% en 2022. Una cifra no tan extrema como las de Alcañices o Puebla de Sanabria, pero que deja entrever la tendencia de crecimiento en abstención a cuanto más alejado de los núcleos de población se encuentre el municipio.

Una abstención que, de media, representa a más de un tercio de los electores en el mundo rural, cifra que se sitúa en muchos casos como el grupo mayoritario de estas elecciones en la Zamora rural.