José Luis Díez Rojo (Valladolid, 37 años) es el cabeza de lista al Congreso por Zamora del Partido Animalista, que lucha contra el maltrato animal. Funcionario de la Junta de Castilla y León, Díez Rojo encabeza una opción que trata, sobre todo, de concienciar a la sociedad de la necesidad de respetar a los animales.

-Se les conoce por las siglas Pacma. ¿Qué significan?

-Partido animalista contra el maltrato animal, aunque comúnmente la denominación es la de Partido Animalista.

-¿Cuál es su trayectoria?

-Es una formación política relativamente nueva, que se crea en el año 2003 en España y presenta candidaturas tanto al Congreso como al Senado. Es un partido que pretende llevar al escenario político la lucha por los derechos de los animales. Lo forma gente que provenía del mundo asociativo, que en un momento dado considera que este trabajo en pro de los derechos de los animales debe llevarse también desde la escena política. No tiene aspiraciones ni voluntad de gobernar, ni tiene un proyecto político global; trata de que la sociedad y los partidos asuman los postulados de los derechos de los animales y se lleven al terreno político.

-¿Y en Zamora?

-Yo soy afiliado a este partido, pero en Zamora no tenemos una estructura como tal, porque somos muy pocos afiliados. Tanto el número 1 al Congreso, que soy yo, como el cabeza de lista del Senado, Diego Almansa, residimos en Zamora, y pretendemos que también en nuestra provincia se tenga en cuenta y se visibilice el proyecto de este partido. También Zamora debe tener una fuerza política que defienda los derechos de los animales.

-¿Entendidos cómo?

-Evidentemente nuestra concepción de los derechos de los animales es global, no es que en Zamora haya algo específico diferente al resto del país. Nuestra formación es contraria a todo acto humano que conlleve un maltrato al animal. La tortura ya está tipificada como delito y lo mismo debería estar la caza, la tauromaquia, y todo aquello que convierta al animal en un mero objeto al servicio ser humano al que se daña por pura diversión.