José Fernández Blanco, candidato número uno del PSOE al Senado, se siente abrumado por las últimas cifras del paro, un grave problema para el que la única solución que encuentra es «un gran pacto político y social» Y, por supuesto, una gestión desde un gobierno de izquierdas, muy diferente a uno de derechas porque garantiza el Estado de Bienestar.

-Esta campaña comienza con un dato tremendo: 15.905 zamoranos sin empleo. ¿El PSOE qué hará para invertir esta tendencia?

-Es un problema importante, en el que se precisa que todos, partidos, ayuntamientos, Diputación, Junta, empresarios, nos impliquemos en un gran pacto; que nos sentemos a en una mesa de trabajo para abordar este problema. Y quien afirme que a partir del día 21 de noviembre va a haber empleo, está mintiendo. No hay recetas mágicas. Y hay que delimitar las competencias y decir que las políticas activas de empleo son responsabilidad de la Junta de Castilla y León. Y los ciudadanos deben saber que no es lo mismo ser un parado con un gobierno de izquierdas o uno de derechas, el PSOE garantiza prestaciones sociales, educación y sanidad pública, el Estado de Bienestar.

-Las políticas de protección están bien, pero el ciudadano lo que quiere es un trabajo.

-En nuestro programa partimos de la potenciación de nuestro sistema educativo, de la universidad, de la investigación, de lo que denominamos el empleo verde, alejado del problema que ha generado la burbuja inmobiliaria, ligado a sectores que en Zamora tienen muchas posibilidades, como energías alternativas o el sector agroalimentario. Hay hándicaps importantes para favorecer al emprendedor, que no sé por qué no están solucionados, como los relativos a la banda ancha que aún no ha llegado a muchas zonas de Zamora, aunque sé que estas son competencias de la Junta, pero sin tecnologías no podremos llegar muy lejos.

-Zamora tiene potenciales importantes en el sector agroalimentario, en el turismo, pero no consigue despegar.

-Se ha dado un buen salto en turismo, ha costado mucho, ha sido un esfuerzo también de quienes trabajan en este sector, pero nos falta entrar en los grandes centros de decisiones y donde se diseña el futuro. No nos beneficia ese pesimismo ancestral, ese no arriesgarnos e innovar, ese resistirnos a replantear los sistemas de gestión de la empresa. En Zamora hay mucho potencial y sobra la mentalidad extendida de conformarse con lo mínimo y continuar en la economía de subsistencia. La formación, el riesgo en la búsqueda de nuevos mercados en el exterior? Ahí está el ejemplo del vino de Toro, cuya evolución e innovación ha permitido la exportación, que está sujetando el sector en estos tiempos de crisis.

-¿Qué políticas propone el PSOE para fijar población?

-No hemos sabido generar desde las instituciones ningún tipo de estructura de pequeñas industrias en el mundo rural para crear empleo. También falta compromiso por parte de los ciudadanos porque a veces ha sido más fácil irse que quedarse en la propia tierra, aunque sea duro. Es fundamental el abandonar esa postura de «todo da igual», de resignación, donde se asienta lo que llamo "el voto barato del PP", que permite que siga gobernando después de 30 años en la Diputación Provincial y más de veinte en la Junta de Castilla y León sin generar cambios..

-Para que se genere empleo es importante que fluya el crédito, ¿ustedes cómo pretenden lograrlo?

-Rubalcaba ya ha dicho que quizá nos estamos pasando de frenada con la austeridad. Creo que si la economía no comienza a moverse será imposible generar empleo. Cobraremos más impuestos a los que más tienen, también sobre el tabaco y otros productos para sostener el Estado del Bienestar. Y Rubalcaba ha introducido en el programa medidas para que las entidades financieras hagan circular el dinero. Porque hay cosas que se entienden mal, tú y yo les estamos dando dinero a esos señores y luego no revierte nada en nosotros, y encima a veces se lo reparten en sus indemnizaciones millonarias.

-Los políticos están en el peor momento en cuanto a credibilidad y cercanía al ciudadano. ¿Qué les ha pasado?

-Me sabe mal, pero será algo merecido, porque todo se nos ha caído encima, el sistema? Vemos lo que está pasando en Grecia, en Portugal, nosotros estamos también en un momento difícil. Ha faltado mucha pedagogía inmediata para explicar al ciudadano los pasos que se han ido dando. También las grandes decisiones del Gobierno se apoyan muy poco, no entiendo cómo se pueden politizar cuestiones de Estado, en España no ha habido la más mínima ayuda al Gobierno por parte de la oposición.

-Las encuestas sobre intención de voto son demoledoras para el PSOE. ¿Cree que conseguirán mantener su único diputado?

-¡Hombre, seguro! Bueno, cada vez estamos más cerca de ellos, también en Zamora. Llevo trabajando con Camacho desde que fue elegido candidato al Congreso y es un gustazo, es dinámico, con las ideas muy claras y estoy seguro de que no tendrá que pedir perdón más adelante.

-¿Le ve trabajando con la misma intensidad por Zamora durante los próximos cuatro años si llega al Congreso?

-Quien es de esa manera no cambia. Es un hombre de principios y cuando acepta ir al Congreso por Zamora se compromete. Es un lujo para la provincia.

-Y eso que ha provocado una auténtica hecatombe en el partido.

-Eso ocurre casi siempre en los procesos electorales, unos son elegidos y otros no, eso creo que dignifica al partido. Somos un partido con más de cien años de historia y en los procedimientos democráticos es habitual el debate. Insisto en que en mi agrupación se presentó la posibilidad de votar a Antonio Camacho y yo la voté tan libremente como podría haber optado por otra, sin menospreciar a nadie.

-¿Cómo es el proceso por el que José Fernández Blanco pasa de ser un estrecho colaborador de Jesús Cuadrado a separarse e incluso a enfrentarse con él?

-No hay ni estrecha colaboración ni enfrentamiento. Hay etapas en las que uno camina más al lado de una persona y otras en las que camina más cerca de otras. Pero, insisto, con todo el respeto. Yo me siento profundamente agradecido, porque ya es la tercera vez que soy el más votado por las agrupaciones para ir en la lista al Senado. Antes de este proceso en el que te votan tus compañeros, llamé a todas las agrupaciones para pedir que me apoyaran y el mayor de los orgullos es conseguirlo mayoritariamente. No hay ninguna guerra.

- Le postulan como el gran valor del PSOE en la provincia:¿No acabará siendo el mejor situado como secretario provincial?

-Estoy para ayudar, los momentos son tan difíciles que los que llevamos mucho tiempo tenemos que dar el callo. No puedes agacharte y que todo te pase por encima. Mi postura es la de ayudar a que el PSOE en Zamora esté unido y cohesionado.

-Si no fuera alcalde ni candidato al Senado, ¿sería uno de los ciudadanos que integran el 15-M en la calle?

-Veo ese movimiento con muchísima simpatía y con mucha lógica. Es normal que exista en estos momentos de caos, de paro, de falta de salida para los jóvenes. Otra cosa es la eficacia y la utilidad de la forma de organizarse. Yo me indigno casi todos los días, me levanto indignado leyendo las carreteras que faltan por hacer por la Junta y la Diputación o leyendo que faltan profesores.

-Vuelve al Senado con el melón abierto de transformar esa Cámara.

-Se debe de avanzar en su conversión en una cámara territorial. Podría ser una cámara de primera lectura en lo que se refiere a las comunidades autónomas, máxime ahora cuando está sobre la mesa la reordenación territorial y la continuidad de las diputaciones.

Puebla de Sanabria, 1956

Fue alcalde de Puebla de Sanabria por primera vez en 1990 y desde entonces no ha dejado de revalidar sus mayorías absolutas en una localidad copada tradicionalmente por el PP, quizá de ahí ese apodo por el que es más conocido como "Pepe el de Puebla". José Fernández Blanco, está casado y tiene tres hijos: Uno que siguió sus pasamos como maestro; otro que estudia Ciencias Políticas, sin duda influenciado por la actividad de este ex militante del PSP de Tierno Galván que se pensó lo suyo pasarse al PSOE; y la pequeña que ya piensa en estudiar Periodismo. Fernández Blanco, este maestro de su tierra, "de los últimos nacidos en Puebla de Sanabria", dice, lucha de nuevo por conseguir un escaño en el Senado y llevar la voz rural a la Cámara Alta, como ya lo hiciera en la legislatura 2004-2008.