Un total de 178.614 ciudadanos se encargarán este domingo de atender las 59.538 mesas electorales repartidas por todo el país para las elecciones generales, una labor por la que cada uno de ellos cobrará 65 euros en concepto de dieta. La labor de estas personas comienza a las ocho de la mañana del domingo, que es cuando están convocados. La cita es para el presidente y los dos vocales elegidos, pero también para los suplentes (dos por puesto), que tienen que acudir al colegio electoral por si fallan los titulares, lo que supone una movilización en total de 535.842 personas en todo el país. Las mesas no se constituyen sin estos tres cargos y, si falta alguno, la Junta Electoral puede obligar a los primeros votantes que se acerquen a formar parte de la mesa.

Una vez constituidas las mesas, a las nueve de la mañana se abrirán los colegios electorales, donde se podrá votar hasta las 20.00 horas. Si justo a las 20:00 aún quedara algún ciudadano dentro del centro o a su entrada, también se admitirá su voto.

Escrutinio

Cerrados los colegios se procederá al escrutinio en cada mesa. Los votos que se depositen en las elecciones generales de este domingo serán objeto de un doble recuento: primero en las mesas electorales nada más cerrarse los colegios y, a partir del miércoles, 13 de noviembre, se procederá a un escrutinio general en las juntas electorales provinciales, incluyendo ya las papeletas enviadas desde el extranjero.

A las ocho de la tarde del domingo se introducirán en las urnas los sobres de los votantes por correo, cuyas papeletas habrán sido llevadas por trabajadores del operador postal a lo largo del día, y votarán los miembros de la mesa.

A continuación se dará por cerrada la mesa electoral y comenzará el escrutinio de los votos, que tiene carácter público, lo que supone que cualquier persona, sea o no elector, puede estar presente en dicho acto. Eso sí, el presidente de la mesa puede expulsar a quien de cualquier modo entorpezca o perturbe el desarrollo del recuento.