Los partidos gallegos han iniciado ya su campaña electoral, que se ha visto demorada por el accidente de tren de O Porriño, con acusaciones mutuas entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, con el bloqueo institucional muy presente y con el mensaje de que el día 25 en Galicia haya una gobernabilidad.

Mariano Rajoy ha acusado al líder del PSOE, Pedro Sánchez, de tener una "táctica obstruccionista" que daña a España y que amenaza con hacerle perder mucho más que el tiempo, y le ha advertido de que los españoles no se merecen "ni un día más" un Ejecutivo en funciones.

Rajoy ha aludido al bloqueo político que vive España en su intervención en el acto celebrado por el PP gallego en la plaza de toros de Pontevedra en apoyo a su candidato a la Presidencia de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.

El jefe del Ejecutivo ha defendido la sensatez para permitir que España tenga un Gobierno en plenitud de funciones, y aprovechando unas palabras previas de Feijóo en las que ha reconocido que dudó si volver a presentarse, ha subrayado que "en tiempos de dificultad los que se tienen que quedar son los buenos. Que se vayan los malos", ha apostillado.

Rajoy ha recordado que el Gobierno cumple ya 263 días en funciones, "cada día que pasa el coste es mayor para el conjunto de los ciudadanos y la factura que se ha de pagar es mucho más elevada".

Y ha señalado al secretario general del PSOE como el "responsable" de esa situación debido a su "táctica obstruccionista" que perjudica a España después del esfuerzo realizado por los españoles para salir de la crisis.

Además, ante las elecciones en Galicia, ha avisado de las consecuencias que puede tener que gobierne "una colección de partidos, plataformas y grupos de amigos que ahora se presentan a las elecciones".

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha confesado, también en Galicia, que ve al presidente de la Xunta y candidato a ser reelegido por tercera vez el día 25, Alberto Núñez Feijóo, sumiso a los intereses de Mariano Rajoy.

En una comida mitin en Cerceda (A Coruña), en la que el líder de los socialistas ha arropado al aspirante de su partido a la Xunta, Xoaquín Fernández Leiceaga, ha remarcado que Núñez Feijóo en dos mandatos no ha tenido "ni una mala palabra para sus jefes en Madrid ni una buena acción para los gallegos", dado que siempre antepone los intereses de Mariano Rajoy "a los derechos y libertades de los gallegos" y por eso "merece perder el gobierno".

En cuanto a España, ha defendido que por supuesto necesita un gobierno "con urgencia", pero no "cualquiera", sí uno "limpio, decente, dialogante, creíble y social" y "nunca lo podría presidir una persona como Mariano Rajoy".

Ha dicho Sánchez que acerca del "no" de su partido a investir presidente a Mariano Rajoy que no obedece a una "cuestión personal" suya de enemistad con el actual titular del Gobierno en funciones, puesto que el tema no es "Pedro no se lleva bien con Rajoy".

"Mi no a Rajoy no es una cuestión personal, yo no tengo nada en contra de la persona de Mariano Rajoy. Ahora, eso sí, nuestro adversario no es Mariano Rajoy como persona, nuestro adversario se llama desigualdad, corrupción y desempleo", por eso nunca los socialistas van a apoyar a un gobierno del PP, ha refrendado.

Expuesto esto, ha cargado contra el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, que mañana visita Vigo, y el líder de Podemos, Pablo Iglesias, que tiempo ha, antes, decían ser "capaces de entenderse para cambiar la política en nuestro país y hoy ya no se hablan".

Les ha pedido que "levanten sus vetos cruzados", puesto que manteniéndolos lo único que hacen es mantener el bloqueo que pesa sobre España.

Sánchez ha situado a estos dos partidos como los responsables, en este momento, de impedir la regeneración, y ha resaltado que ni siquiera son capaces de "sentarse a hablar y a dialogar" entre sí.

"Que levanten los vetos... y saquemos adelante un gobierno regeneracionista, que falta hace", ha reivindicado Pedro Sánchez, que por ahora no se ha postulado como candidato a la investidura.

Porque "eso sí -ha proseguido- nos exigen a los demás que tenemos que dialogar y hablar con todos, pero ellos no pueden hablar, no pueden sentarse en una mesa a dialogar", se ha quejado.