Con las encuestas en su contra, el secretario general y candidato del PSOE, Pedro Sánchez, se ha lanzado a buscar el voto de la gente visitando las viviendas de diversos vecinos en la localidad madrileña de Móstoles, a los que ha intentado convencer de que apoyen su proyecto de cambio.

Aunque en la anterior campaña ya apostó fuerte por hacer actos de calle y pasear por las ciudades, Sánchez no había participado hasta ahora en una acción de puerta a puerta con vecinos.

Sánchez ha escogido Móstoles, una ciudad de unos 200.000 habitantes del suroeste de Madrid, del llamado cinturón rojo, donde ha estado acompañado del alcalde y cabeza de cartel del PSOE al Senado, David Lucas.

"Lo importante es hacer una campaña de cercanía, donde podamos explicar nuestras propuestas", ha dicho Sánchez a los periodistas para justificar su iniciativa de ir a cada casa a buscar el voto.

Desde el parque desde donde ha comenzado su recorrido, Sánchez ha entrado primero en algunos comercios donde ha repartido propaganda electoral.

Posteriormente, se ha dirigido al número 27 de la avenida Simón Hernández, situada en un barrio obrero del municipio, donde ha tocado el telefonillo para poder acceder al edificio de siete plantas.

El candidato ha visitado tres casas, después de que otras cuatro familias hayan declinado abrirle sus puertas porque no querían aparecer en los medios.

En la primera vivienda, le han recibido Ramón, jubilado, y Mercedes, interventora electoral del PSOE en más de una ocasión, que han invitado a Sánchez a abrir la nevera y servirse un vaso de agua fría para aplacar el sofocante calor.

Consciente de la preocupación que ha despertado la encuesta del CIS, en la que la coalición Podemos-IU da el 'sorpasso' al PSOE, Ramón ha compartido el mensaje de Sánchez de que es preciso agitar al electorado socialista para que vaya a las urnas.

"El que no vota es como si estuviera muerto", ha sentenciado el hombre, sentado en el sofá de su salón junto a Sánchez.

Mercedes, para no dejar dudas de su socialismo, se ha puesto del lado de Sánchez: "Veo a Rajoy en televisión y me pongo malita".

En la siguiente casa, el líder del PSOE ha sido recibido por la extremeña María Antonia y su hija Laura, enfermera de profesión, que no han ocultado ser de izquierdas.

"Me gustaría pediros que votéis al PSOE porque, durante estos cinco meses, hemos intentado de verdad un cambio de gobierno. Si el 26 de junio los socialistas de corazón salen a votar, será el último día de Rajoy", les ha prometido Sánchez.

María Antonia, sonriente, no ha terminado de comprometer su voto, pero le ha dicho con complicidad: "Confíe".

"Te veo algo cortada", ha intuido el candidato. "Es que sabes lo que pasa, que llevo esperando toda la mañana y pensaba que no iba a venir", ha confesado la mujer, levantando alguna sospecha de que la visita podía estar preparada.

Sánchez se ha excusado asegurando que había tenido que atender un asunto familiar al que no podía faltar.

La siguiente parada ha sido en el domicilio de Ángel y María Dolores, votantes socialistas que también le han invitado a charlar en el sofá del salón, ante las fotos de comunión de sus hijas, para comentar la actualidad política y lo que les cuestan los medicamentos.

"¿Están animados?", les ha preguntado Sánchez, a lo que el vecino, con la tele delante hablando del CIS, le ha respondido: "Yo lo estoy, pero hay que dar la vuelta a las encuestas. Hay que pelear".

"Aunque la derecha nos robe la cartera, tienen 7 millones de votos. Nosotros somos los que tenemos que movilizarnos. De ese 30 por ciento de indecisos, ojalá un 20 por ciento se viniera al PSOE...", ha deseado el vecino.

Sánchez ha destacado el hecho de que las mujeres sean más abstencionistas que los hombres, por lo que ha concluido que este colectivo es el que "puede lograr el cambio".

María Dolores ha reivindicado también el papel de los pensionistas. "Con la que está cayendo, no nos toméis por tontos, que no lo somos. Somos mayores", ha remarcado la mujer antes de incorporarse a la conversación Victoria, la vecina viuda del piso de al lado.

Al término de la visita al edificio, que se ha prolongado durante unos 40 minutos, el líder del PSOE ha asegurado que, pese a las encuestas, no tira la toalla.

"Siempre estoy animado. Nos va a ir mucho mejor", ha vaticinado.

Sánchez no tiene actos esta tarde, puesto que quiere preparar el debate a cuatro del lunes, y mañana, sábado se desplazará a Durango (Bizkaia) para participar en la Fiesta de la Rosa de los socialistas vascos.

El domingo y el lunes se los vuelve a reservar para centrarse en el debate.