Los que me conocen saben que soy una persona de retos, y estos días se fraguó un reto más en este maravilloso mundo de la comunicación. Hasta ayer, me he dedicado a analizar, en la comodidad de mi despacho, los vídeos de entrevistas, debates, momentos gloriosos y otros no tanto, etc., que han ido cayendo en mis manos. Ayer, sin embargo, fui un paso más allá, y la entrevista la hice yo, con un objetivo claro: buscar en el entrevistado la comunicación no verbal que le define, más allá de los discursos aprendidos y repetidos hasta la saciedad a los que nos tienen acostumbrados a los ciudadanos.