Los candidatos de los partidos políticos al Parlamento nacional inauguraron ayer la campaña electoral del 20-N con 15.905 razones, tantas como parados en la provincia, para poner todo su empeño en adoptar medidas para frenar la recesión económica que coloca a Zamora como una de las provincias del país con menos perspectivas de crecimiento. En esa lucha contra el desempleo desde el PP, su cabeza de lista, Antonio Vázquez, hacía ayer especial hincapié, tras el acto de la «pegada de carteles» virtual, en la puesta en práctica de una política que permita «la fluidez del crédito a pequeñas y medianas empresas y autónomos», como recoge su programa electoral. Insistía en la generación de «confianza» para que empresarios y jóvenes «generen empleo» en todos los sectores. Vázquez responsabilizaba una vez más a «la política del PSOE de los últimos años y al desgobierno de los últimos meses» del elevado nivel de paro.

El cabeza de lista del PSOE, Antonio Camacho, se refería a esta «mala noticia» como «el principal problema del país» «por el drama personal que supone para tantos trabajadores y sus familias», mientras recordaba que «el Gobierno ha reconocido de forma muy clara su parte de responsabilidad. No miramos hacia otro lado, trabajamos para solucionarlo y mantenemos todas las prestaciones en su nivel más alto, a pesar de la difícil situación económica». Pero, a renglón seguido, el también ministro de Interior y responsable de la organización de la celebración de las elecciones, instaba al resto de administraciones a «que entiendan que, en España, ésta es también una tarea compartida. A nadie se le escapa que las políticas activas de empleo en Castilla y León son competencia directa de la Junta, y por tanto, creo que los miembros del Partido Popular no pueden dedicarse sólo a mirar hacia otro lado como si la cosa no fuera con ellos. Alguna responsabilidad tienen».

Mucho más concreto fue el candidato de IU al Congreso, Santiago Fernández Vecilla, a la hora de realizar propuestas para poner fin a la dramática situación de los miles de parados zamoranos, que «significa miseria y sufrimiento». En un acto simbólico de denuncia del desmesurado aumento del paro, Fernández Vecilla y sus compañeros se desplazaron hasta la oficina del paro para efectuar un balance en el que culpó de esta situación al sistema económico actual, abogó por «una mayor presión fiscal para los que más tienen y un reforzamiento de la política social», ya que «una adecuada política fiscal y la lucha contra el fraude y la economía sumergida crearían en Zamora 6.000 empleos».

Con la «pegada de carteles» virtual que efectuaron en la tarde de ayer los nueve partidos políticos que concurren a las elecciones del 20 de noviembre, la maquinaria electoral echaba a andar, centralizada en la Delegación del Gobierno en Valladolid con las directrices de Madrid, con un ahorro en el presupuesto, respecto de la convocatoria de hace tres años y medio, de 79.026 euros. De modo que, la Subdelegación contará con 507.927 euros para costear el engranaje electoral de Zamora, provincia en la que podrán emitir su voto 178.352 votantes, de los que 15.675 residen en el extranjero y 6.021 son jóvenes que emiten su sufragio por primera vez. La campaña electoral se inicia en Zamora con la particularidad de que el municipio de Galende repite los comicios para designar a su alcalde y concejales. Volverán a batirse en la mesa de la localidad de El Puente Jesús Villasante por el PP y José Manuel Chimeno Lois por el PSOE.

En Castilla y León esta convocatoria electoral supondrá el gasto de 5.238.644 euros, 927.041 menos que en 2008. El delegado del Gobierno en la Comunidad, Miguel Alejo, mantuvo ayer una reunión para coordinar el dispositivo de seguridad para que la campaña y los comicios se desarrollen «sin problemas» en la región. Estará integrado por 9.078 agentes, con 6.11 guardias civiles y 2.967 policías. Alejo precisó que los medios personales durante el día de las votaciones estarán integrados por 14.229 titulares de las mesas electorales; 4.743 representantes de la Administración.