Toro es una de las ciudades de Castilla y León que ha conseguido preservar más patrimonio a lo largo de los siglos. Algunas joyas de ese legado histórico y artístico se pueden admirar, desde el pasado jueves, en la XXI edición de la exposición Las Edades del Hombre que, bajo el título Aqva, se articula en seis capítulos, de los que cuatro se desarrollan en la Colegiata y dos en la iglesia del Santo Sepulcro. Los toresanos que hasta el 14 de noviembre se sumerjan en Aqva podrán reconocer e identificar algunas de las piezas que forman parte de la colección y que proceden de diferentes iglesias o monasterios de la ciudad, mientras que otras obras de arte vinculadas a Toro han sido aportadas por el Museo Etnográfico de Castilla y León o por un coleccionista privado. No solo la ciudad se ha prestado a colaborar en la elección de las 138 obras que compilan la muestra, ya que otros pueblos del alfoz también están representados en Aqva a través de pinturas y esculturas de gran valor artístico, pero también sentimental para sus vecinos.

"Los cielos se abrieron" es el título del tercer capítulo de Las Edades del Hombre y, dos de las obras que conforman su argumento expositivo, proceden de Malva y de Toro. Gil de Ronza es el autor de una talla de madera policromada del siglo XVI dedicada a San Juan Bautista y procedente de la iglesia parroquial de San Miguel de Malva, obra que se puede admirar en este capítulo, al igual que un óleo sobre lienzo realizado hacia el año 1530 y dedicado a la misma figura, atribuido a Lorenzo de Ávila y sus colaboradores que ha cedido el Monasterio del Sancti Spiritus el Real de las Madres Dominicas de Toro. En el cuarto capítulo que acoge la Colegiata, y que lleva por título "Cristo, fuente de agua viva", se exhiben otras tres obras vinculadas a la comarca. Dos de ellas, han sido aportadas por la Colegiata, "Creación de Eva" y "Caída de Adán y Eva", talladas en piedra policromada en el siglo XIII y de autor desconocido. La tercera obra ha suscitado un especial interés entre las personas que ya han tenido la oportunidad de descubrir Aqva. Se trata del "Calvario", integrado por tres piezas de madera policromada, un Cristo y San Juan, realizadas por Juan Ducete "El Mozo" y la Dolorosa de Sebastián Ducete, conjunto escultórico que pertenece a la iglesia de San Martín de Tours de Pinilla de Toro y que ha sido restaurado en los talleres de la Fundación Las Edades del Hombre para Aqva.

Seis obras del alfoz se exhiben en el V capítulo de la exposición, "El bautismo que nos salva", que acoge la iglesia del Santo Sepulcro. En el interior del templo, el público podrá admirar tres conchas bautismales de plata cedidas para la muestra por las iglesias parroquiales de San Julián en Toro, El Salvador de Morales y La Natividad de Nuestra Señora de Villardondiego. Tres crismeras del alfoz también se podrán contemplar en Aqva, todas ellas de plata y que pertenecen a las parroquias de San Miguel de Abezames y de Pinilla de Toro y al Monasterio del Sancti Spiritus el Real de la ciudad. Del último capítulo de Aqva, "Renacidos por el agua y el espíritu" forman parte otras dos obras del alfoz. La primera es una talla de madera policromada realizada en 1708 por Antonio Tomé que representa a San Atilano y que pertenece a la parroquia de San Esteban de Fuentesecas, aunque permanece en depósito en el monasterio del Sancti Spiritus, mientras que la segunda, que además despide a los visitantes en su recorrido, es el "Cristo Resucitado" que pertenece a la iglesia del Santo Sepulcro.

Al margen de estas piezas enraizadas en el alfoz, los toresanos también podrán reencontrase en Aqva con una de las tallas más veneradas en la ciudad, el Santísimo Cristo del Amparo que, desde su posición privilegiada junto al altar mayor de la Colegiata, parece custodiar desde las alturas todas las obras que conforman la exposición. Por otra parte, los toresanos también presentarán especial atención durante su recorrido por Aqva a un conjunto de tres piezas de alfarería tradicional, en concreto, tres cántaros de Toro que forman parte de la colección de fondos del Museo Etnográfico de Castilla y León. Asimismo, en Aqva se exhibe una pintura de la artista local más universal, Delhy Tejero, obra titulada "Génesis" y que ha sido cedida por un coleccionista particular. En este recorrido por la magna exposición, los toresanos también se tomarán su tiempo para volver a disfrutar del Pórtico de la Majestad de la Colegiata, una de las joyas más importantes del patrimonio local, o del altar mayor del templo que también ha sido restaurado.