El sacramento del bautismo y los Santos vinculados al agua por la historia o la leyenda vertebran los dos últimos capítulos de la exposición Aqva de Las Edades del Hombre que se desarrollan en la iglesia del Santo Sepulcro de Toro. "El bautismo que nos salva" es el título del quinto capítulo de la muestra en el que se exhiben aquellos objetos utilizados en la celebración litúrgica del santo sacramento, tales como una pila bautismal del primer cuarto del siglo XVII y procedente de la localidad zamorana de Quintanilla del Monte, al margen de otros recipientes utilizados para contener el agua que se vierte sobre el bautizado como jarros, cacitos o conchas. En torno a la pila bautismal se han dispuesto otras piezas como las olieras o crismeras para ungir al catecúmeno con el óleo y al neófito con el santo crisma. Este capítulo reúne también obras de platería relacionadas con el agua bendita o la celebración eucarística, tales como vinajeras, la naveta o el aguamanil. En su mayoría, estas obras proceden de parroquias de Zamora y, en muchos casos, se siguen utilizando en el bautismo o en la celebración eucarística. El capítulo se completa con libros litúrgicos y musicales con obras polifónicas relacionadas con el agua.

El recorrido por la exposición Aqva concluye con el capítulo VI, que lleva por título "Renacidos por el agua y el espíritu", y que acerará al público a una serie de obras artísticas que representan a santos, hombres y mujeres, que se unieron a Cristo por el sacramento del bautismo y a aquellos cuya historia o leyenda se relaciona con el agua. A lo largo de este capítulo se exhiben esculturas y pinturas dedicadas a estos santos entre los que el comisario de la muestra, José Ángel Rivera de las Heras, destacó a San Andrés, Santa Práxedes, Santa Úrsula, San Juan de Sahagún, San Cristóbal o San Atilano. Una escultura de Antonio Tomé, "Cristo Resucitado" despedirá a los visitantes que, en los próximos meses, recalarán en la ciudad de Toro para admirar Aqva.