Seguro que alguna vez se ha preguntado por qué se le conoce como “bolsa” a los mercados donde se negocian acciones y otros productos. Pues bien, el origen de este término se remonta al siglo XII en Brujas, donde una familia apellidada “Buërse” organizaba encuentros y reuniones de carácter mercantil. El escudo familiar estaba formado por tres bolsas de piel, lo que dio lugar a que todos los centros de transacciones se denominaran “bolsa”. Aunque realmente la primera fue creada en Amberes, la Bolsa de Valores de Ámsterdam es considerada como la más antigua del mundo. Fue fundada por la Compañía holandesa de Indias Orientales para negociar acciones y bonos. 

¿Por qué una empresa decide salir a bolsa?

Las compañías deciden salir a Bolsa fundamentalmente para financiarse, al emitir acciones, la empresa ofrece a los inversores participar en los beneficios futuros a cambio del dinero que pagan los compradores por las participaciones. La empresa no tiene que devolver ese dinero, y lo utilizara para invertirlo con el objetivo de seguir creciendo e incrementando sus beneficios para ofrecer a sus dueños la posibilidad de rentabilizar su inversión.

Las acciones cotizadas se pueden comprar y vender libremente a través de un mercado secundario de las Bolsas de Valores, algo que permite a los ahorradores deshacer su inversión en cualquier momento al precio que marque el mercado.

¿Qué es una acción?

Una acción es un título que representa una parte del capital de una sociedad anónima. El inversor que compra acciones de dicha empresa se convierte en socio propietario de parte del negocio, y se le llama accionista.

Los precios de las acciones fluctúan en función de la oferta y la demanda. Estos movimientos están condicionados por la evolución del negocio y las perspectivas de la compañía, Aunque también le afectan otros factores como la evolución de la economía o los riesgos geopolíticos. Las acciones cotizan en base a su valor fundamental y a las expectativas futuras de beneficios. Los inversores le otorgan un valor estimado en función a las ventas, ingresos o nuevas fuentes de crecimiento.

El valor de una compañía lo marca la capitalización bursátil, que no es más que el resultado de multiplicar el número de acciones por el precio de cotización. Las acciones más representativas de cada país componen los índices bursátiles, siendo el IBEX 35 el más famoso en nuestro país. El horario de negociación del IBEX 35 es de 9 de la mañana a 17:30 horas de la tarde. Además de por país, los índices también pueden agrupar a empresas de un determinado sector, como ocurre en el Nasdaq 100, que está formado por empresas tecnológicas más grandes que cotizan en Estados Unidos.

¿Qué características tiene la bolsa?

 La bolsa es por tanto el mercado donde se intercambian las acciones de todas las compañías que están admitidas a cotización. Las principales características son:

●     Rentabilidad, ya que el inversor espera obtener un rendimiento ya sea en forma de dividendo o vendiendo la acción a un precio más alto de lo que pagó por ella.

●     Seguridad, ya que los mercados financieros se rigen por una serie de normas.

●     Liquidez, ya que es posible comprar y vender acciones de manera rápida, incluso invirtiendo y desinvirtiendo dentro de una misma sesión bursátil.

Para invertir en bolsa hace falta una plataforma de inversión y un Bróker, que es importante que esté regulado en España por la CNMV. La plataforma es necesaria para llevar a cabo las órdenes de compra y de venta, pero también es importante que ofrezca ciertas herramientas que faciliten la operativa como el tiempo real de cotización, el acceso a información sobre las empresas, la posibilidad de acceder a ella desde cualquier dispositivo y un nivel de comisiones competitivo.