Macroeconomía

Los analistas advierten de que la victoria de Erdogan supondrá turbulencias para la economía

Los analistas y el conseso de mercado anticipan que las turbulencias económicas van a llegar en los próximos meses ante el riesgo de bancarrota

Erdogan

Erdogan / NECATI SAVAS

Celia López

La victoria de Recep Tayyip Erdogan en la segunda vuelta de las elecciones en Turquía afianza al político en el poder y le dará la oportunidad de continuar un mandato más. Una pasado el trago de las urnas, llega la hora de la gestión y Erdogan no va a tenerlo nada fácil. Los analistas y el conseso de mercado anticipan que las turbulencias económicas van a llegar en los próximos meses ante el riesgo de bancarrota, según recoge un informe de la casa XTB remitido a los medios de comunicación.

"La victoria de Erdogan probablemente significará la continuación de la fuga de capitales de Turquía, aunque eso se ha vuelto mucho más difícil tras las acciones del banco central", señala el informe de XTB. Morgan Stanley vaticina que la lira puede caer alrededor de un 30% de su valor. El Banco Central de la República de Turquía tiene alrededor de 25.000 millones de dólares en reserva para defender a la lira. Se trata de una cantidad muy pequeña, puesto que se han empleado hasta 177.000 millones de dólares para defender a la moneda en los últimos meses en los últimos 16 meses. "El diferencial de los swaps de incumplimiento crediticio a cinco años incluso se ha reducido recientemente y actualmente se encuentra significativamente por debajo de los niveles récord (alrededor de 900 puntos). Actualmente, el diferencial de CDS a cinco años es de 665 puntos e implica un riesgo de incumplimiento de alrededor del 11% con una tasa de recuperación del 40%.

"No espero una reacción de choque de inmediato por parte de los mercados. Se ha acabado la incertidumbre y ahora (los mercados) tomarán posición en consecuencia. Pero con la continuación de las políticas anteriores, la lira seguirá perdiendo valor", ha señalado el economista turco Mustafa Sönmez en declaraciones recogidas por la agencia Efe. La primera reacción de la lira llegó aún en la noche del domingo, con una bajada del 0,7% frente al dólar, hasta marcar 20,1 unidades por dólar, frente a los 19,9 habituales durante la última semana.

Al igual que en similares movimientos en la última semana, la lira recuperó las pérdidas de inmediato, pero durante la mañana volvió a la senda bajista y por primera vez parece establecerse hoy de forma permanente en la cota de las 20 unidades por dólar, equivalente a 21,5 liras por euro. El cambio de la lira frente al dólar está artificialmente sostenido por el Banco Central, que vende divisas para estabilizar la moneda cada vez que se observa una pérdida en los mercados, según aseguran todos los economistas consultados.

El propio Banco admitió ya en 2021 "una intervención directa en los mercados mediante ventas por motivo de la evolución no saludable de los cambios de divisas", y esta práctica parece continuar, pero los analistas se preguntan hasta cuándo puede sostenerse. La semana pasada, las reservas netas del Banco Central alcanzaron por primera vez desde 2002 valores negativos, tras perder 25.000 millones de dólares en dos meses, informa la prensa económica turca.

Pérdida de las reservas en dólares

El sangrado de las reservas se debe a diversos mecanismos establecidos para asegurar la estabilidad de la moneda por parte del Gobierno en los últimos meses. Algunos ejemplos de ello fueron el esquema de cuentas de ahorro que el Ejecutivo lanzó en diciembre de 2022, que ofrece una alta rentabilidad para depósitos fijos y, además, un valor garantizado acorde al cambio del dólar.

El economista Bilge Yilmaz, asesor financiero del partido opositor IYI, señaló hace pocas semanas que hay 110.000 millones de dólares en este esquema y aseguró que habrá que ir cerrando estas cuentas de forma paulatina para sanear la economía. Pero este saneamiento pasará necesariamente por subir de forma drástica los tipos de interés, actualmente en el 8,5%, por indicación expresa de Erdogan, mientras que la inflación interanual supera el 40%.