Reunión clave

La tensión bancaria pone las subidas de tipos del BCE en la encrucijada

El banco central se reúne este jueves con un alza de 0,5 puntos como opción más probable pese al riesgo de una crisis financiera

Christine Lagarde, en la sede del Banco Central Europeo (BCE).

Christine Lagarde, en la sede del Banco Central Europeo (BCE). / EP

Pablo Allendesalazar

Reunión clave en plena ola de pánico inversor en torno a la banca. El consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) mantendrá este jueves su programada reunión para decidir si vuelve a subir los tipos, pero en un contexto que hubiera sido inimaginable hace apenas una semana. La caída del estadounidense Silicon Valley Bank ha provocado unas ondas expansivas en las bolsas que han vuelto a sacudir al desde hace años maltrecho Credit Suisse helvético y que están haciendo temblar las cotizaciones de los bancos mundiales. El fantasma de una crisis financiera, así, mete presión a la autoridad monetaria de la zona euro en su lucha contra la espiral inflacionista, si bien la mayoría de los analistas estiman que el organismo volverá a encarecer el dinero, como estaba previsto. Cosa distinta es que consideren que sea una buena decisión.

El BCE, así, lleva seis semanas anticipando que subiría los tipos en otros 0,5 puntos porcentuales en su reunión de este jueves, con lo que el tipo principal ascendería al 3,5% (máximo desde octubre de 2008, albores de la anterior crisis), mientras que la facilidad de depósito -el interés con que remunera el dinero que guarda a los bancos, el más relevante en el actual contexto- se situaría en el 3%. Asimismo, adelantó que en los meses siguientes aprobaría nuevas alzas de tipos. "Todavía nos queda un largo camino por recorrer, sabemos que esto no ha terminado", aseguró su presidenta, Christine Lagarde.

Algunos expertos creen que la tensión que rodea al sector bancario podría hacer al BCE aprobar una subida más baja (0,25 puntos) o incluso dejar los tipos sin cambios, si bien no hay acuerdo al respecto. "De repente, parece que la subida de 50 puntos básicos que el consenso esperaba para la reunión de marzo del BCE es una medida cada vez menos probable. Las consecuencias de la quiebra de Silicon Valley Bank han provocado una drástica revisión a la baja de las expectativas sobre los tipos de interés en EEUU, y algo de esto se ha extendido también a los del BCE. Se trata de una cuestión muy reñida, pero consideramos que probablemente seguirá adelante con la subida de 50 puntos básicos", ha acertado a resumir Paul Diggle, economista jefe de Abrdn.

¿Por qué esa subida de 0,5 puntos es el escenario más probable? De entrada, porque el inusual anuncio de dicho incremento fue fruto de un acuerdo entre las dos almas del consejo de gobierno del BCE: los gobernadores 'halcones' (más ortodoxos) aceptaron rebajar el incremento de tipos de la reunión de febrero de 0,75 a 0,5 puntos, como pretendían los 'palomas', a cambio de anunciar una nueva subida en marzo. Pero además, no aprobar la anunciada subida podría cernir una sombra de duda sobre el estado real del sistema bancario europeo, cuando el mensaje que están intentando lanzar las autoridades es que su situación nada tiene que ver con la que ha provocado la caída del SVB.

El tono del mensaje

Lo que está por ver es si Lagarde mantiene el tono duro de sus últimas comparecencias sobre la perspectiva de nuevas subidas de tipos o lo suaviza ante la tensión en que ha caído la banca. "Será interesante escuchar sus indicaciones sobre las decisiones de las próximas reuniones y el ritmo de las futuras subidas de tipos, de 25 o 50 puntos básicos. El BCE sigue bajo presión, ya que la lucha contra la inflación está lejos de haberse ganado", ha indicado Franck Dixmier, director de inversión en renta fija de Allianz Global Investors.

La inflación de la zona euro, así, deja poco margen de actuación al banco central. La general se desaceleró al 8,5% en febrero, pero la subyacente (sin energía ni alimentos) subió a un nuevo máximo histórico del 5,6%. Además, la economía y el empleo están comportándose mejor de lo esperado, lo que incrementa la presión para que el BCE encarezca el dinero para tratar de enfriar aún más la economía y reducir los precios. El mandato principal del banco central, así, es lograr que el IPC se sitúe en el 2% a medio plazo, mientras que la estabilidad del sector financiero es otras de sus misiones pero está subordinada a la principal de controlar los precios.

En diciembre, el BCE calculó que el PIB aumentaría este año apenas un 0,5%, la inflación media bajaría al 6,3% y la subyacente subiría al 4,2%. Este jueves actualizará previsiones y es probable que mejore las de PIB e inflación general, pero empeore el pronóstico para la subyacente, otro factor que le presiona para endurecer la política monetaria. En sentido contrario, una posible crisis bancaria le podría llevar a levantar el pie del acelerador, ya que los problemas del sector recortan y encarecen el crédito, lo que a su vez perjudica a la economía y por lo tanto tiene un efecto deflacionista. 

Situación bancaria

Algunos analistas, así, están defendiendo que nuevas subidas de tipos del BCE podrían suponer un grave error, ya que el coste de una crisis bancaria podría ser mucho mayor al de la inflación. Máxime, argumentan, cuando la caída del SVB se debió en parte a las pérdidas latentes en las carteras de deuda pública que le provocaron las aceleradas subidas de tipos de la Reserva Federal para combatir la espiral de precios. 

Por modelo de negocio, supervisión y normativa, sin embargo, la situación de la banca europea es muy distinta de la estadounidense. El único pero, eso sí, es que las crisis financieras se sabe cómo empiezan pero no cómo acaban, porque sus ramificaciones son imprevisibles. "No creemos que los acontecimientos en EEUU planteen por sí mismos efectos de riesgo sistémico para Europa, por lo que no consideramos que exista una base fundamental para el contagio. Pero debido al comportamiento irracional, la mentalidad de rebaño y las acciones de los vendedores a corto agresivos, no se pueden excluir efectos perjudiciales para las instituciones afectadas", ha advertido Marco Troiano, de Scope Ratings.