Perspectivas

La ONU pide subir hasta el 4% el actual objetivo de inflación del 2% de los bancos centrales

Una meta más alta del índice de precios de consumo permitiría suavizar las subidas de los tipos de interés

El secretario general de la ONU, António Guterres.

El secretario general de la ONU, António Guterres.

Rosa María Sánchez

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) está seriamente preocupada por los efectos que la subida de tipos de interés que están impulsando los bancos centrales en su lucha contra la inflación. Teme por sus consecuencias negativas sobre la recuperación económica en general, y sobre la de los países más vulnerables en particular y pide a los bancos centrales "reevaluar y recalibrar los instrumentos de política monetaria" y reconsiderar "unos objetivos de inflación excesivamente rígidos" de cara a mejorar la estabilidad de los precios sin dejar de promover el pleno empleo y el crecimiento económico.

Entre las cambios que plantea el organismo que dirige António Guterres, se propone elevar el actual objetivo de inflación del 2% que guía la política monetaria de los países desarrollados "al 3% o 4%" con el fin de "dejar más margen para estimular el empleo y el crecimiento en tiempos difíciles". Otra posibilidad que apunta sería la de "fijarse como objetivo una horquilla, por ejemplo, entre el 2% y el 3,5% o centrarse en el nivel de precios en lugar de la tasa de inflación anual". Un objetivo de inflación menos exigente permitiría a los bancos centrales suavizar la subida de tipos de interés y su "política agresiva de contracción monetaria".

"Los bancos centrales necesitan máxima flexibilidad para anclar las expectativas de inflación a largo plazo", se afirma en el informe 'Situación y perspectivas de la economía mundial" que ha publicado este miércoles el organismo multilateral con sede en Nueva York y en el que se revisan a la baja las previsiones de crecimiento para 2023 de la economía mundial, de las principales áreas económicas y también, de España.

Recorte de previsiones

El informe rebaja al 1,9% su previsión de crecimiento mundial para 2023, frente al 3,1% pronosticado en mayo de 2022. Esta corrección parece ir contra de la tendencia general mostrada en los últimos días por organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), cuya directora gerente ha anunciado que la semana próxima se corregirá ligeramente al alza su actual previsión de crecimiento mundial del 2,7%.

El informe de la ONU también recorta, hasta el 0,1% la previsión de crecimiento de la zona euro en 2023 (frente al 2,3% apuntado en mayo), así como la relativa a EEUU (al 0,4%, frente al 1,8% previo). Para España, la ONU prevé un crecimiento del 4,5% en 2022 y del 0,9% en 2023, por debajo de las tasas del 5,2% y del 3% que preveía, en este caso, en enero de 2022, antes del estallido de la guerra en Ucrania.

Al hecho de que la ONU corrija ahora a la baja sus previsiones económicas en un momento en el que parecen sucederse las correcciones al alza en otros organismos y servicios de estudios contribuyen al menos dos factores. Las proyecciones anteriores del organismo (enero o mayo de 2022) son más antiguas que las de otros organismos (FMI, OCDE, CE) y eso habría impedido recoger el empeoramiento en las perspectivas que se generalizó en las segunda mitad de 2022. Además, buena parte de los datos sobre los que se sustentan las proyecciones de la ONU son previos a algunos de los indicadores más recientes que avalan cierta mejoría de las expectativas económicas.