Cerca de 12.000 automóviles ensamblados, con cliente y listos para estrenar permanecen dormidos en la campa de Stellantis Figueruelas debido al tapón portuario que comienza a expandirse por toda la Unión Europea. Supone multiplicar casi por seis el volumen habitual del párking de la fábrica zaragozana, lo que obliga a utilizar otras plazas anexas a la factoría al no poder dar salida a los nuevos vehículos ensamblados. Esta nueva quiebra de la red de transporte de mercancías afectará directamente a las exportaciones de la compañía, y si bien es cierto que la preocupación es todavía incipiente en Figueruelas, otras factorías de Stellantis y otros gigantes de la automoción se han visto ya obligados a tomar medidas.