La huelga convocada por el sindicato CGT en Renfe ha tenido un seguimiento del 2,91% de toda la plantilla de la empresa entre los tres turnos de noche, mañana y tarde, principalmente en los talleres, por lo que los servicios mínimos se están cumpliendo sin incidencias, según los datos de la compañía consultados por Europa Press.

Por su parte, el sindicato, que afirma que Renfe "oculta los datos reales", cifra en el 34,7% la participación en el turno de mañana y en el 35,9% en el de tarde. Solo con su afiliación, el seguimiento alcanza el 15%, a lo que se suma el resto de trabajadores de otros sindicatos que habría apoyado la huelga.

Según Renfe, la huelga ha sido secundada por 217 de los 7.468 trabajadores que tiene la empresa pública en estos tres turnos del lunes, de los que 167 trabajan en talleres.

Por ello, los servicios mínimos fijados por el Gobierno se están cumpliendo: en Cercanías un 75% en hora punta y un 50% el resto del día; un 72% en AVE y Larga Distancia; un 65% en Media Distancia, y un 25% en Mercancías.

Este lunes es el primer día de los dos que conforman la convocatoria de huelga de CGT, siendo el próximo viernes 11 de noviembre la segunda jornada.

Los sindicatos mayoritarios en la empresa, CCOO, UGT y Semaf, decidieron desconvocar la huelga que anunciaron unas semanas atrás al considerar que la empresa se había comprometido a avanzar en la firma de un nuevo convenio colectivo y a subir los sueldos, entre otras iniciativas.

Sin embargo, CGT considera que estos acuerdos que motivaron la desconvocatoria son "insuficientes para mejorar realmente las condiciones laborales" del colectivo de trabajadores ferroviarios.

Las reivindicaciones de CGT

Con la convocatoria de huelga, a la que están llamados 14.000 trabajadores, la CGT reclama una subida salarial lineal que sea garante del IPC real y un aumento del personal a contratar en 2023 para "convertir los contratos temporales en contratación indefinida". Además, piden una normativa de movilidad "transparente y justa"; la eliminación de las categorías de ingreso que generan "una doble escala salarial"; o la implantación de la jornada de 35 horas en cómputo semanal. A esto se suman medidas para posibilitar la conciliación de la vida familiar y laboral.