El gasoducto del Midcat’, el proyecto de interconexión que debía unir España y Francia a través de los Pirineos, ya está enterrado. En vista del bloqueo y la imposibilidad de llegar a un acuerdo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, su homólogo francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro portugués, António Costa, han optado por abandonarlo y apostar por una alternativa que consideran “factible” y “viable”: un “corredor de energía verde” entre Barcelona y Marsella -bautizado con el nombre de BarMar- que permitirá transportar hidrógeno verde y gas de la península a Europa y que podría estar listo, según fuentes de Moncloa, en un horizonte de cuatro o cinco años. Los tres países también se comprometen pisar el acelerador en el desarrollo de las interconexiones eléctricas.

Es muy importante lo que hoy hemos logrado después de muchos meses. Hemos logrado desbloquear el corredor de la energía verde entre la península ibérica y el conjunto de la UE y lo hemos logrado con un compromiso europeísta y solidario y también de transición ecológica entre los tres gobiernos”, ha anunciado Sánchez a su llegada al Consejo Europeo que se celebra este jueves y viernes en Bruselas. El acuerdo político sobre la nueva infraestructura, que se ha terminado de cocinar durante una reunión a tres bandas en la representación permanente de Francia ante la UE, supone enterrar definitivamente el proyecto del Midcat y también el tubo submarino de 800 kilómetros entre Barcelona y Livorno.

“Portugal, España y Francia han decidido abandonar el proyecto del Midcat y crear en su lugar, con carácter prioritario, un corredor de energía verde que conecte Portugal, España y Francia con la red energética de la UE”, señalan los tres países en un comunicado conjunto en el que coinciden que este gasoducto marino de Barcelona a Marsella, diseñado para transportar hidrógeno verde pero que permitirá al principio llevar gas, es la “opción más directa y eficiente” para conectar la Península ibérica con Europa central. Aunque todavía no hay detalles sobre el proyecto ni el trazado, el compromiso menciona que la nueva infraestructura, de unos 360 kilómetros, tendrá que adaptarse técnicamente para transportar otros gases renovables, “así como una proporción limitada de gas natural como fuente de energía temporal y fuente de energía temporal y transitoria”. 

Detalles en Alicante en diciembre

El pacto a tres también incluye el compromiso a concluir la tubería de gas entre la localidad portuguesa de Celourico da Beira y Zamora y a impulsar las interconexiones eléctricas. El objetivo es acelerar la puesta en marcha del cable eléctrico submarino a través del Golfo de Vizcaya, así como identificar, evaluar y poner en marcha nuevos proyectos de interconexión eléctrica entre Francia y España, aunque no se concretan posibles opciones. Los tres líderes europeos, que han cerrado el acuerdo durante una reunión de trabajo de una hora, pactarán los detalles, incluidos plazos del proyecto y volumen de inversiones necesarios, en la cumbre de líderes de los países Euromed que celebrará el 8 y 9 de diciembre en Alicante. "Estaré en diciembre en España para finalizar este proyecto que tiene vocación de recibir financiación europea", ha explicado por su parte Macron que al igual que Sánchez y Costa aspira a que sea financiado con fondos europeos. 

La nueva iniciativa no solo permitirá convertir a España en un hub en el transporte de gas, gracias a su capacidad regasificadora, y desarrollar interconexiones "coherentes" con la apuesta por la transición ecológica y las energías verdes como el hidrogeno verde, sino desarrollar en paralelo nuevas interconexiones eléctricas, otra de las grandes exigencias que tenía París junto con la apuesta la energía renovable. Según fuentes de Moncloa, España fue el primer país en plantear esta solución, que definen como "europeísta, ecologista y solidaria”, y que París y Lisboa han secundado porque supone “una salida coherente con la transición ecológica”. España considera que el acuerdo supone “un paso adelante” importante porque debido al bloqueo francés se trataba de tener “un corredor de hidrógeno y gas o no tener nada”.

Punto de inflexión en Praga

El encuentro a tres bandas fue anunciado hace dos semanas por Macron, durante la cumbre informal de líderes europeos celebrada en Praga en la que el dirigente francés echó un jarro de agua fría al proyecto del Midcat argumentando que su desarrollo llevaría demasiado tiempo y que su intención era dar prioridad a las interconexiones eléctricas. Unas palabras que causaron mucho revuelo, réplica incluida de la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, y que terminó con el compromiso a celebrar un encuentro para tratar de desbloquear un acuerdo. Inicialmente la intención era celebrar el encuentro en París antes del Consejo Europeo que arranca este jueves en Bruselas, pero finalmente la cita se ha producido este mismo jueves en la representación permanente de Francia.

"Creo que es una muy buena noticia para, sin duda alguna España. También para Portugal y Francia, pero fundamentalmente para Europa, porque hacemos un ejercicio de compromiso solidario con el resto de Europa. Y esa solidaridad es coherente con nuestra apuesta por la transición ecológica", ha destacado Sánchez. "Es una buena noticia, ya que se ha superado uno de los bloqueos más antiguos de Europa", se ha sumado Costa que ha subrayado que la solución supera "las dificultades ambientales" que generaba la tubería por los Pirineos con una "mejor" alternativa por mar que permitirá "conectar con lo que es la columna vertebral de la red de hidrógeno verde en Europa.