Los grandes del sector aéreo español hacen frente común para frenar el impacto que aseguran que tendrán en su negocio el nuevo paquete de medidas ambientales que prepara la Unión Europea y los nuevos impuestos que proponen tanto Bruselas como el Gobierno español específicos para la industria aérea.

En un acto presidido en Madrid por Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, y con el respaldo de los máximos ejecutivos de las principales compañías aéreas que operan en el mercado español (Iberia, Air Europa, Air Nostrum, easyJet, Iberia Express…) y de la patronal internacional IATA, la industria ha alertado de los múltiples golpes socioeconómicos que, según sus estimaciones, tendrán sobre el sector y sobre el conjunto de la economía española. Un impacto, además, que sería mucho mayor en España que en resto de países de la UE por el enorme peso del turismo en el PIB nacional (en torno al 12,5% del total).

El plan de la Unión Europea para impulsar la descarbonización 'Fit for 55', con el objetivo de reducir un 55% las emisiones de CO2 en 2030, contempla medidas ambientales para el sector aéreo como un endurecimiento del comercio de los derechos de emisión o el aumento del porcentaje de carburantes sostenibles utilizados por los aviones. La Unión Europea también trabaja en que los Veintisiete apliquen un nuevo impuesto al queroseno y, además, el Gobierno español se plantea aplicar una tasa específica a los billetes aéreos como parte de la fiscalidad verde (Hacienda activó su estudio, pero quedó congelada la aplicación por la pandemia).

La Asociación de Líneas Aéreas (ALA), que agrupa a una sesentena de compañías aéreas que operan en los aeropuertos españoles, subraya que las medidas ambientales comunitarias supondrán un sobrecoste para el sector aéreo, pero admite que servirán para avanzar hacia la descarbonización de la industria áerea. Sin embargo, la patronal aérea se queja de que los nuevos tributos que preparan la UE y el Gobierno español solo servirán para encarecer los billetes aéreos y perder clientes, y que no son eficaces para el objetivo de avanzar hacia la reducción de las emisiones.

Menos turismo, menos empleo

ALA y las principales compañías del sector advertido del impacto en su negocio, en todo el sector turístico y para el conjunto de la economía española. Un informe de la consultora Deloitte, encargado por la propia patronal aéreo, recoge estimaciones concretas de los múltiples golpes socioeconómicos que representaría el paquete de medidas del 'Fit for 55' y la aplicación del impuesto sobre los billetes aéreos del Gobierno español.

Según el estudio 'Volando hacia un futuro sostenible' de Deloitte, aplicar todas las medidas haría que España perdiera en 2030 un total de 11 millones de turistas internacionales; reduciría los ingresos por turismo -lo que realmente gastan los viajeros extranjeros en el país- en 12.200 millones de euros; recortaría el PIB español en 1,6 puntos porcentuales (el equivalente a 23.400 millones de euros); y destruiría 430.000 empleos al final de la década.

Desde ALA y Deloitte se apunta que la mayor parte de este impacto económico se debe a la eventual aplicación de los nuevos impuestos. Según sus estimaciones, las medidas fiscales concentrarían un 0,9% de la caída del PIB español y la pérdida de 236.000 empleos en el conjunto de la economía nacional, frente al recorte del 0,7% del PIB y los 194.000 puestos de trabajo perdidos por las medidas medioambientales.

"Afán recaudatorio"

“Desde el sector estamos de acuerdo con las medidas medioambientales que contribuyan a alcanzar el objetivo [de emisiones netas cero en 2050], y estamos dispuestos a asumir un sobrecoste en la medida que contribuyen a la descarbonización del sector. Sin embargo, las medidas fiscales responden a un afán recaudatorio y no descarbonizan, generando un importante impacto en el sector turístico”, ha apuntado Javier Gándara, presidente de ALA y máximo ejecutivo de easyJet en el mercado español.

“Pedimos prudencia y no poner en marcha nuevas medidas fiscales e impuestos que pueden suponer un importante lastre para la competitividad del sector aéreo”, ha reclamado el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, “la sostenibilidad no puede ser a cualquier precio, hace falta una transición ecológica ordenada y con hitos realistas, con inteligencia y sin hacer perder competitividad a nuestras empresas”. 

Desde Iberia se ha alertado de que la aplicación de la nueva fiscalidad conllevará un encarecimiento de los billetes aéreos, con el consiguiente golpe a la demanda. "En las últimas décadas el sector aéreo ha conseguido democratizar el turismo. Pero con estas medidas se va a acabar con esa democratización. Sólo van a poder viajar las élites, los mismos que viajaban en los ochenta", ha apuntado Juan Cierco, director Corporativo de Iberia.