El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado un nuevo paquete de medidas para contener la actual escalada de la inflación. El plan del Ejecutivo pasa por instaurar dos nuevos impuestos extraordinarios, uno a las grandes entidades financieras y otro para las empresas energéticas, con los que recaudar nuevos fondos para financiar otras actuaciones, como la gratuidad de los abonos transporte hasta final de año o un 'plus' de 100 euros para los estudiantes con beca.

Recaudar más de aquellos que están ingresando más con la inflación para ayudar a aquellos que pagan más y se quedan con menos. Este es el esquema de las nuevas medidas que ha enumerado este martes el líder del Ejecutivo en su intervención en el Congreso. El Estado mejorará sus ayudas para incentivar el uso del transporte público mientras sube el precio de la gasolina. Si en el primer paquete de medidas el Gobierno anuncio bonificaciones del 50% de los abonos transporte, ahora sube su apuesta hasta el 100%. Es decir, entre el 1 de septiembre y el 31 de diciembre todos aquellos billetes de varios viajes de Renfe de cercanías, 'rodalies' y media distancia serán gratis. Dicha medida se suma a la rebaja del 30% para los abonos del resto de transporte urbano y metropolitano, que las comunidades autónomas pueden completar hasta el 50% o el 60%.

Otro colectivo beneficiado por las nuevas medidas serán los estudiantes mayores de 16 años que estén percibiendo una beca pública. Estos verán la misma aumentada durante tres meses -de septiembre a diciembre- en 100 euros al mes. El Ejecutivo calcula que alrededor de un millón de becados se beneficiarán de esta medida.

El Ejecutivo pretende atacar los beneficios extra que sectores como la banca o las energéticas están extrayendo de la actual crisis. El precio del dinero crece y la subida de tipos que ultiman o ya han aplicado los bancos centrales -tanto el Europeo como la FED- aumenta los ingresos de las entidades bancarias por esta vía. Es por eso que Sánchez ha anunciado la creación de un impuesto temporal para la banca, que estará en vigor durante 2 años y proveerá al Estado de un total de 1.500 millones al año.

Tal como le demandaba su socio de Gobierno, Unidas Podemos, Sánchez ha avanzado también la puesta en marcha de un impuesto temporal a las grandes empresas energéticas que se lucren del actual encarecimiento de la luz o el gas. Este estará en vigor en 2023 y 2024, para gravar así el reparto de dividendos y beneficios de los ejercicios 2022-2023. Con este el Ejecutivo pretende ingresar unos 2.000 millones al año.