UGT y CCOO ponen en marcha este jueves una campaña explicativa de la reforma laboral que va a llevar a sus direcciones por toda España para transmitir a sus afiliados y cuadros la importancia del acuerdo alcanzado antes de Nochebuena por sindicatos, empresarios y Gobierno. Y que los actos comiencen a una semana justa de la decisiva votación en el Congreso para convalidar la norma no es casualidad, ni tampoco los lugares elegidos para inaugurar esa ronda: Bilbao y Barcelona. "La idea es crear un caldo de cultivo favorable al 'sí', claro", confiesa un dirigente sindical. Y es que algunos de los partidos que pueden resultar decisivos para la aprobación son fuerzas catalanas y vascas que hasta ahora se muestran reticentes: ERC, EH Bildu y PNV.

La campaña explicativa implicará a distintos dirigentes de UGT y CCOO, que a veces celebrarán actos conjuntos y a veces por separado, y que tendrán en ocasiones un alcance más abierto, y otras más interno, pero los dos primeros actos son al máximo nivel, públicos y con intención de resaltar las virtudes de lo pactado: el líder de UGT, Pepe Álvarez, empieza este jueves con una reunión de su Ejecutiva en Bilbao en la que aprovechará para dar una rueda de prensa, y el viernes tanto él como el Secretario General de CCOO, Unai Sordo, se dirigirán a sus afiliados y cuadros en una asamblea en les Cotxeres de Sants, en el centro de Barcelona.

Los actos son, en principio, sindicales y no está previsto que los líderes aprovechen los viajes para tener reuniones con los partidos antes mencionados, "lo que no quiere decir que no se vayan a producir contactos; puede pasar, pero no están en la agenda en este momento", explica este dirigente. En todo caso, confirma que las conversaciones con estas y otras fuerzas políticas han sido constantes en las últimas semanas. Con todo, el resultado de la votación del próximo 3 de febrero todavía se antoja incierto: "quedan todavía días para que se produzcan negociaciones y movimientos. Mi impresión es que la reforma será convalidada, aunque no me atrevo a decir hoy por hoy ni con qué votos ni a cambio de qué compromisos", resume. A grandes rasgos, las opciones posibles para el Gobierno para la votación de la semana que viene son dos: seducir a los grupos que han sido socios del Ejecutivo en buena parte de las votaciones de esta legislatura (PNV, ERC y EH Bildu), o atraer a Ciudadanos y conseguir una combinación de apoyos y abstenciones de otros grupos pequeños.

La iniciativa sindical coincide en muchos aspectos con la visita oficial de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, a Barcelona, que se ha reunido este miércoles con las direcciones y los afiliados de UGT y CCOO y que visitará este jueves la fábrica de SEAT en Martorell, uno de los emblemas de la industria (y de la lucha obrera) en Cataluña. En esa visita, además de anunciar la apertura de la mesa de negociación del Salario Mínimo, Díaz ha defendido la importancia de la reforma laboral para mejorar las vidas de los trabajadores. En el Gobierno y en los sindicatos niegan que hayan coordinado sus actuaciones: "ya estaba previsto hacer una gira explicativa, sólo hemos alterado el orden para que estas ciudades vayan antes de que se produzca la votación", dicen desde los sindicatos; "UGT y CCOO se han dado cuenta de que es importante explicar los detalles de lo pactado para que se vean sus ventajas", aseguran desde Trabajo.

Negociaciones inciertas

Sobre el estado de las negociaciones para la convalidación, la sensación en los sindicatos es que las posiciones están más cerca de lo que se dice públicamente, pero también ven con preocupación la escalada de declaraciones de los últimos días, porque pueden imposibilitar un pacto: por ejemplo, la negativa de ERC o Bildu a pactar contenidos a futuro, exigiendo que se incorporen al texto que ahora espera su aprobación en el Congreso, forzaría con total seguridad que CEOE se desvinculase de la reforma (los empresarios insisten en que no se puede cambiar "ni una coma" de lo pactado para contar con su compromiso). Las centrales cuentan con que a medida que se acerque el fin de la negociación, las fuerzas nacionalistas de izquierda se verán impelidas a un pacto: "lo previsible es que durante el próximo año se note que la reforma propicia la estabilización de miles de contratos; quedarse fuera por empeñarse en incluir medidas que están muy bien, pero que pueden pactarse en otra norma... seguramente se lo piensen mucho", explican.

Después de Bilbao y Barcelona, los sindicatos seguirán su gira por ciudades como Valladolid, Sevilla o Santiago (UGT y CCOO todavía están cerrando días y fechas); mientras, la patronal no tiene previsto ningún acto similar: en CEOE aseguran que la agenda del presidente para los próximos días se desarrollará en Madrid. Eso sí, confirman que han mantenido contactos con los grupos políticos, y desde la otra orilla del diálogo social ven relevante la presencia de la ex ministra del PP Fátima Báñez en una reunión reciente entre los líderes de CEOE y Ciudadanos, Antonio Garamendi e Inés Arrimadas. "Nunca habíamos visto a Báñez en una reunión de este estilo", dice un responsable sindical, "es todo un mensaje al PP [que se opone a la convalidación de la reforma] que la artífice de la normativa laboral de Rajoy esté en un encuentro con un partido dispuesto a dar el visto bueno al pacto de los agentes sociales y el Ejecutivo". Desde la patronal niegan que la presencia de Báñez, que ahora es presidenta de la Fundación CEOE, pueda ser leída en clave política.