La mesa de autónomos, sindicatos y Gobierno para poner en marcha un nuevo sistema de cotización para el colectivo basado en sus ingresos reales avanza a bastante velocidad: el pasado lunes, el ministerio presentaba su propuesta, un sistema con trece tramos (en función de los rendimientos netos de los autónomos) que propiciaría que los autónomos pagasen al mes entre 183,60 y 1.266,66 euros al mes cuando se complete el despliegue del nuevo régimen, a comienzos de la próxima década; y este lunes continuará el diálogo con el debate de las contrapropuestas de las organizaciones del colectivo. 

En este sentido, UPTA lleva a la mesa un planteamiento que ajusta algunos de los parámetros que proponía el Inclusión y propone una cotización especial, más baja, para los autónomos que se dediquen a actividades artísticas o culturales. En concreto, UPTA propone que este tipo de trabajadores abonen una cuota fija de 90 euros al mes si sus rendimientos netos son inferiores a los 3.600 euros anuales, y una cuota fija de 135 euros mensuales si sus rendimientos netos anuales están entre 3.601 y 5.400 euros. La organización que dirige Eduardo Abad busca así “adecuar la propuesta presentada a la realidad económica y heterogénea del colectivo”.

En cuanto al conjunto de los autónomos, UPTA propone unificar tres de los tramos que había diseñado Inclusión para el nuevo sistema, y creando en su lugar un único tramo para los autónomos que tengan unos rendimientos netos mensuales de entre 1.125,90 y 1.700 euros, a los que correspondería una cuota de 351,90 euros al mes (frente a las cuotas de entre 351,90 y 474,30 que planteaban el proyecto del ministerio). Así, el esquema de UPTA propone un sistema de once tramos en los que se encuadraría a todos los autónomos, con cuotas mensuales comprendidas entre los 208,08 y los 1.266,66 euros al mes cuando el sistema complete su implantación en 2031.

El nuevo sistema de cotización de los autónomos, comprometido con Bruselas en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, ha de estar listo antes de mitad de año y tiene que entrar en vigor en 2023, aunque se contempla un proceso de implantación progresivo a lo largo de ocho años. Frente al sistema actual, en el que los autónomos eligen su cuota (y la mayoría opta por la mínima, de 294 euros, lo que les ahorra dinero durante su carrera profesional pero les genera pensiones muy bajas), el futuro mecanismo de cotización hará que los trabajadores por cuenta propia paguen según lo que ingresan, encuadrándolos en uno de los tramos que funcionarán de manera asimilable a los escalones del IRPF. Para acomodarse a los ingresos fluctuantes del colectivo, se permitirá a los autónomos cambiar de tramo hasta seis veces al año, y al final del ejercicio se ajustarán las cuentas con la Seguridad Social: si el trabajador ha pagado de más, se le devolverá dinero; si ha pagado de menos, tendrá que abonar lo que falta.