Iberia y Air Europa paralizan la fusión que pactaron hace ya dos años. IAG -el holding que integra a Iberia, Vueling, British Airways, Aer Lingus y Level- pretendía absorber a la segunda aerolínea española para crear un gigante nacional, pero la crisis del sector provocada por la pandemia y la situación financiera extrema que ahoga a Air Europa han dado al traste con la gran integración, según ha confirmado el propio grupo hispanobritánico en una comunicación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Hace dos años Iberia y la familia Hidalgo -principales accionistas de Globalia, matriz de Air Europa- pactaron la venta por 1.000 millones de euros, posteriormente l importe se rebajó a 500 millones y, dada la actual estado de Air Europa, ese precio vuelve a ser demasiado alto para IAG. Además, la Comisión Europea ultimaba su decisión sobre la operación -disponía de plazo límite hasta el 4 de enero-, en la que iba a imponer duras condiciones de cesión de rutas para permitir la venta, lo que la complicaba aún más.

La ruptura entre Iberia y Air Europa no es total. Según ha destacado el presidente de IAG, Luis Gallego, se busca una “nueva estructura” que permita otro tipo de operación que no sea la adquisición total o la fusión de Iberia-Air Europa. Y en esa nueva estructura va a acabar jugando un papel protagonista el Gobierno para garantizar la continuidad de Air Europa.

El parón de la fusión entre ambas compañías empuja al Gobierno a entrar en el accionariado de Air Europa para garantizar su viabilidad y hacerlo sin tener que inyectar más dinero en la aerolínea. El Estado ya rescató Air Europa con dos préstamos por importe de 475 millones de euros del fondo para compañías estratégicas de la SEPI. Se trata de un préstamo ordinario de 235 millones a devolver antes de 2026 y otro préstamo participativo por los 240 millones restantes.

El fracaso de la integración forzará al Ejecutivo a ejecutar este último préstamo y convertirlo en una participación accionarial directa en Air Europa, que le colocaría como principal accionista pero siempre por debajo del 50% del capital. El siguiente paso de la “nueva estructura” que ambas compañías aéreas buscan para encajar su unión pasaría por la entrada en el accionariado de Iberia más adelante y con la familia Hidalgo quedándose con una participación muy diluida.

Tanto Iberia como Air Europa siguen defendiendo el sentido estratégico de una integración, de uno u otro tipo, de ambas compañías para reforzar el aeropuerto de Madrid como un gran 'hub' europeo (centro de interconexión de vuelos), para defender el turismo en España y para reforzar el liderazgo de IAG en las rutas entre Europa y Latinoamérica, el negocio más rentable de ambas aerolíneas.

Desde el Ministerio de Asuntos Económicos, comandado por la vicepresidenta Nadia Calviño, se confirma que se están analizando distintas opciones para garantizar la continuidad de Air Europa tras la renuncia a la operación de compra por Iberia. "Queremos enviar un mensaje de tranquilidad a los empleados, los clientes y proveedores de Air Europa. El Gobierno va a analizar las distintas opciones que se abren en esta situación, con la intención de garantizar la continuidad de la actividad y las operaciones"

"Air Europa es una compañía estratégica para España por su importancia para el sector de la aviación y el sector turístico", indican fuentes gubernamentales. "El Gobierno va a seguir trabajando para reforzar la solvencia empresarial, protegiendo la adecuada competencia en beneficio de los viajeros y velando en todo momento por el buen uso de los recursos públicos".

El Gobierno subraya que ha dejado claras sus intenciones de respaldar a Air Europa desde el primer momento de la crisis provocada por la pandemia prestando su apoyo, tanto a través del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas de la SEPI con 475 millones como con préstamos por otros 140 millones a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO).

En el primer acuerdo sellado a finales de 2019, Iberia accedió a garantizar el pago de una compensación de 40 millones de euros a Globalia en caso de que la fusión acabara por no fructificar. Esa indemnización no se ejecutará ahora. Pero Iberia sí pretende acceder al pago de 75 millones de euros que irían a parar a la caja de Air Europa como una suerte de adelanto mientras se sigue negociando un acuerdo diferente al actual.