El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, abogó este lunes por una reforma laboral pactada con los agentes sociales que, entre otras cuestiones, permita una negociación colectiva "más equilibrada" entre empresarios y sindicatos. En plena polémica entre las vicepresidentas Nadia Calviño y Yolanda Díaz por el control del diálogo social para la reforma laboral y después de haber avalado las tareas de la primera de ellas para coordinar los trabajos, el presidente Sánchez afirmó este lunes que "el Gobierno, todo el Gobierno, está comprometido en abordar la modernización de la legislación laboral" y señaló tres objetivos por delante. Uno, "extirpar la precariedad laboral". Dos, "impulsar la competitividad de la economía". Y tres, "restablecer el equilibrio en la negociación entre empresarios y trabajadores".

Así lo expuso el presidente en el acto de clausura del seminario 'Seguimiento de la recuperación: más allá del PIB', en presencia de la vicepresidenta Nadia Calviño y en la sede del Ministerio de Economía. El mensaje de unidad dentro del Gobierno lanzado por Sánchez viene a corregir la acusación lanzada este mismo lunes por la vicepresidenta segunda y titular de Trabajo, Yolanda Díaz, que denunció que una parte del Gobierno quiere mantener el "statu quo" de la reforma laboral del PP.

La posible modificación de las reglas de negociación colectiva emanadas de la reforma laboral del PP, en 2012, constituyen el núcleo más polémico de la negociación abierta ahora con los agentes sociales. Sin embargo las palabras de Sánchez no sirven para despejar su inclinación a favor de las tesis de una u otra vicepresidenta, por su ambigüedad. Yolanda Díaz defiende que en la nueva negociación colectiva prime el convenio sectorial, de modo que un convenio de empresa nunca pueda empeorar las condiciones salariales pactadas en el primero. Por su parte, Calviño no es partidaria de romper la actual prevalencia del convenio de empresa aunque sí habla en público de lograr "un marco equilibrado y justo de negociación colectiva y de regulación de las subcontratas". En las palabras del presidente cabe tanto un criterio como el otro; lo que sí subrayó Sánchez es que "todo el Gobierno" comparte un compromiso común, intentando difuminar así la imagen de división interna del Ejecutivo ofrecida en los últimos días a cuenta de la reforma laboral. Este mensaje de unidad Sánchez viene a corregir el lanzado este mismo lunes por la vicepresidenta segunda y titular de Trabajo, Yolanda Díaz, que ha denunciado que una parte del Gobierno quiere mantener el "statu quo" de la reforma laboral.