Vodafone cerrará todas las tiendas que tiene en España como parte de su proceso de transformación. Así lo ha anunciado la compañía en la primera reunión de la mesa negociadora del expediente de regulación de empleo (ERE) que acaba de iniciar. En concreto, se trata de 34 tiendas en las que trabajan un total de 237 empleados, poco más de la mitad de los afectados por la suspensión de empleo que afecta a un total de 509 empleados (se rebaja de los 515 iniciales)

La empresa ha declinado hacer comentarios respecto a la negociación que acaba de comenzar pero reconoce que "el ajuste laboral en las áreas comerciales supone un paso más en el proceso de transformación de la compañía encaminado a impulsar la competitividad y la sostenibilidad del negocio. Se trata de una medida estructural para afrontar las desafiantes condiciones del mercado español". Mientras los sindicatos critican la "falta de escrúpulos que supone anunciar el cierre de todas las tiendas propias".

"Hay que recordar el esfuerzo que est@s trabajadores y trabajadoras hicieron durante los meses más duros de la pandemia, aquellos en los que tuvieron que atender a la población, presencialmente, para intentar cubrir las necesidades de comunicación que hicieron posible que la actividad económica continuase, que permitieron nuestro ocio en esos difíciles momentos. Eran y son trabajadores esenciales, no los paganos de la falta de acierto de unos malos directivos", añaden desde UGT.

Por otra parte, la propuesta económica que plantea la empresa, siempre según la versión de los sindicatos, es de 33 días por año trabajado con un limite de 24 mensualidades y posibles prejubilaciones a partir de 56 años, 10 de antigüedad con unas rentas del 80% del sueldo. Un planteamiento del todo insuficiente para las centrales.

La compañía justifica el ERE como parte de su transformación ante la elevada competencia en precios del mercado y la deriva hacia las tarifas de bajo valor en España ha provocado una fuerte caída de los ingresos y un importante deterioro de los márgenes. La empresa defiende que el objetivo de las salidas es dirigir la organización de la empresa hacia la digitalización "para ser más ágiles y competitivos" y eso para por sacrificar las áreas comerciales.