La temporada se cerrará en blanco. El consejo de administración de Aramón, el holding aragonés de la nieve, decidió este martes, por mayoría de sus miembros, dar por finiquitada la campaña invernal. Las causas esgrimidas son el avanzado estado de la temporada y las restricciones a la movilidad que ha impuesto la crisis del coronavirus y que ha dejado sin potenciales clientes a las estaciones que integran el grupo (Cerler en el valle de Benasque, Formigal y Panticosa en el valle de Tena y Javalambre y Valdelinares en el sistema ibérico turolense. El cierre perimetral de las comunidades y el que todavía sigue vigente en las provincias aragonesas hacen "inviable" la apertura. "Estamos hablando de muchos millones", indicaron desde Aramón para justificar la decisión.

El holding, que tiene como accionistas al Gobierno de Aragón (51% del capital) e Ibercaja (49%), subraya que la apertura tan tardía de las estaciones "no sería factible operativamente" y "agravaría el fuerte impacto económico causado por la pandemia". En este sentido, señala que los "inciertos y posibles" ingresos que podrían generarse "no llegarían a cubrir ni siquiera los costes derivados de dicha apertura". Además, la sociedad sostiene que ello podría comprometer la viabilidad del negocio, por lo que la decisión del consejo de administración ha sido la de centrarse en la preparación del verano y en la próxima campaña, respetando los proyectos de inversión que tiene proyectados. En pocas palabras: la temporada se da por perdida.

La votación del consejo, que contó con el voto en contra de uno de sus miembros, el popular Javier Campoy, no afectará a los trabajadores de la empresa, que seguirán bajo el paraguas del expediente de regulación de empleo temporal (erte) aplicado por Aramón hasta que concluya oficialmente la temporada, a mediados de abril. El holding lamenta, asimismo, las molestias causadas en los clientes que hayan adquirido un abono de temporada. Estos podrán solicitar su devolución.

Lo que no volverá ya son los ingresos que genera el turismo de nieve en las zonas afectadas. Las pérdidas son incalculables en municipios como Sallent de Gállego, Jaca, Benasque, Biescas y muchas otras localidades y comarcas que viven de esta actividad. El impacto en el empleo es también notable, con incrementos de las cifras del paro superiores al 51% en la comarca de la Ribagorza y que rebasan ampliamente el 30% en el Alto Gállego y La Jacetania. No es para menos, ya que en el drama que viven los negocios del Pirineo aragonés se traduce en la pérdida de mil empleos directos y otros 12.000 indirectos, que es lo que genera esta actividad cada año. Solo el deporte blanco supone 200 millones en ingresos y el 10% del PIB de la provincia de Huesca.

Duras críticas

El alcalde de Sallent de Gállego Jesús Gericó (PP), subrayó este martes que no se esperaba la noticia, ya que hace solo unos días la consejera de Economía y Empleo, Marta Gastón, "nos garantizó que en cuanto se flexibilizase la situación se abrirían las estaciones". Fue, según cuenta Gericó, en una reunión que él mismo pidió para conocer los planes del holding. Por ello, el edil popular señaló que Gastón "no está legitimada para defender los intereses de los aragoneses. O defiende los intereses de los ciudadanos de la comunidad o las cuentas de resultados de Aramón", sociedad de la que es presidenta, enfatizó. "El fin social de Aramón ha desaparecido", según Gericó, que considera que la DGA "ha dejado en la estacada a la gente del Pirineo".

La alcaldesa de Bielsa, Nuria Pargada (PAR), subrayó la "desilusión" que generó la noticia del cierre definitivo de las estaciones. "Nos venían dando largas y ahora deciden no abrir finalmente cuando todavía quedaba un mes y medio para tratar de recuperarnos", lamenta Pargada, que asegura que los negocios y las empresas se aferraban al puente de la Cincomarzada y a la Semana Santa para tratar de salir del coma económico.

Benasque es otro de los municipios más castigados por la temporada en blando del turismo de nieve. Allí las pérdidas de algunos negocios oscilan entre el 50 y el 80% respecto a un año normal. Su teniente de alcalde, Isaac Sanromán, lamenta la situación y subraya que está todo "paralizado". "Vemos todos los días a vecinos que atraviesan una situación preocupante y familias con hijos que apenas tienen ingresos desde el mes de marzo", destaca. La noticia "era de esperar", apunta Sanromán que enfatiza en los elevados niveles de desempleo en la zona.

Malestar en aumento

El malestar es notorio en las comarcas que viven de la nieve, tal y como se ha puesto de manifiesto en las numerosas concentraciones celebradas en las últimas semanas por empresarios y vecinos del Pirineo. Las protestas y el incremento de la contestación social llevó al Ejecutivo de Lambán a aprobar el plan Remonta para tratar de compensar la pérdida de actividad y empleo en la zona. Pese a ello, en Benasque, Biescas y Sallent, apenas se podrá rescatar a algo más de un centenar de personas que han visto cómo ha pasado todo del blanco al negro.