Primark, la firma de moda 'low cost', ha retirado el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) por causas organizativas y de producción (ETOP) que iba a afectar a toda la plantilla en España tras decretarse el segundo estado de alarma en España para frenar la segunda ola del coronavirus al no alcanzar un acuerdo con los sindicatos.

En concreto, el objetivo de la multinacional irlandesa era que todas sus tiendas estuvieran bajo el ETOP hasta el 31 de agosto de 2021, para que se aplicara en aquellas que se cierren temporalmente por indicaciones de organismos públicos o cuyas transacciones disminuyeran a partir de las cantidades que se iban a negociar a lo largo de esta semana.

Sin embargo, la representación de los trabajadores tras analizar las medidas propuestas por la dirección de la compañía ha considerado que la propuesta era "inviable", por lo que se ha propuesto la paralización de la negociación, solicitando que se opte por otras opciones jurídicas que garanticen "mejores condiciones" laborales para los trabajadores de la firma de moda 'low cost' ante la actual situación extraordinaria que vive el país, según ha informado Fetico.

De esta forma, Primark ha confirmado a los sindicatos que se irán adoptando decisiones sobre las tiendas en función de las diferentes restricciones adoptadas en cada comunidad autónoma y que irá informando puntualmente de dichas acciones.

Por su parte, CCOO ha indicado que su sindicato no podía firmar un ERTE que durara hasta el 31 de agosto de 2021 y que dependiera del número de operaciones que se realiza en cada tienda para aplicar una suspensión de contrato o reducción de jornada a los trabajadores.

Primark, que en marzo ya se acogió a un ERTE tras decretarse el primer estado de alarma por el coronavirus, cuenta en España con más de 45 establecimientos repartidos por el territorio nacional y una plantilla de más de 7.000 empleados.

Caída de ventas

La enseña de moda, perteneciente al grupo Associated British Foods (AB Foods), se anotó un beneficio operativo ajustado de 362 millones de libras (402 millones de euros) en su año fiscal, finalizado a mediados de septiembre, lo que supone un descenso del 60% en comparación con el mismo periodo del año pasado.

La facturación en los 12 meses fiscales de la cadena de tiendas textiles se redujo un 24% frente al ejercicio anterior, hasta 5.895 millones de libras (6.545 millones de euros). La compañía ha explicado que el descenso se debe al retroceso de las ventas durante el periodo en que permanecieron cerradas las tiendas cuando se aprobaron los diferentes confinamientos en Europa.