La campaña de la Declaración de la Renta continúa avanzando y los plazos para su presentación son cada vez menores. Por ello, conviene que los contribuyentes comiencen a tener en cuenta las repercusiones que puede tener el hecho de presentar la declaración fuera de plazo.

No obstante, si se te pasan las fechas establecidas, la declaración se puede presentar más tarde, con una cierta penalización según las circunstancias.

Lo ideal siempre es acudir de manera voluntaria, con el fin de evitar unas sanciones mayores, que pueden llegar hasta el 150% de la cantidad a ingresar cuando la declaración salga a pagar.

En cuanto a los procedimientos, se debe tener en cuenta que finalizada la campaña de la renta, se tienen las mismas opciones para presentar la declaración que en el periodo voluntario, de tal modo que se puede hacer de forma presencial en las delegaciones de la agencia tributaria o por Internet.

Como norma general, el hecho de no entregar en el período establecido la declaración puede ser considerado como una infracción leve que está penalizada con multas de entre 100 y 400 euros.

En los casos en los que se trate de una declaración a devolver, cuando esta se presenta fuera de plazo, la sanción tendrá una reducción del 50%. Si el contribuyente no recurre, tal como ocurre con las multas de tráfico, a la sanción se le aplicará una bonificación del 30%. En cualquier caso, si se decide la apertura de un proceso sancionador, concluirá con la resolución de que se deba pagar más dinero de lo que se recibe de Hacienda.

Por el contrario, en los casos en los que la declaración sea a pagar, las consecuencias suponen un mayor daño económico, debiendo tener en cuenta un porcentaje de penalización en función a su retraso y al hecho de si es el contribuyente el que paga voluntariamente con retraso o Hacienda quien acude a reclamar, siendo en este último caso mayores las sanciones.

Si un contribuyente no cumple los plazos, Hacienda tiene hasta el año 2021 para reclamar al contribuyente su obligación.