Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (UE) están a favor de que el Mecanismo Europeo de Estabilidad, el fondo de rescate de la eurozona, proporcione una línea de financiación específica para todos los países que quieran solicitar fondos para luchar contra la pandemia de coronavirus.

Los países podrían recibir fondos equivalentes de hasta el 2 % de su PIB y sujetos a condiciones, según explicó el presidente del Eurogrupo, Mário Centeno, tras una reunión de los titulares económicos de los Veintisiete por videoconferencia dedicada a abordar las medidas ante la crisis económica generada por el coronavirus.

Centeno precisó que "aunque hay amplio apoyo en torno a estas características, se necesita más trabajo sobre los detalles" y que dependerá de los jefes de Estado y de Gobierno decidir la respuesta concreta de la UE en su cumbre telemática del próximo jueves.

Esta línea de financiación se basaría en las líneas de financiación preventivas del MEDE, una herramienta que hasta ahora nunca se ha usado y que permite dar préstamos a los países que encuentran problemas para acceder al mercado, pero cuya economía todavía es sólida y no necesitan de un rescate total. A cambio deben cumplir condiciones fijadas en función de su situación.

Centeno explicó que las características de esta línea específica para el coronavirus, así como las condiciones asociadas, deberán ser "coherentes con la naturaleza externa y simétrica de la crisis del COVID", que difiere de la crisis financiera y de deuda de 2008.

La financiación que reciban los países deberá dirigirse en el corto plazo para responder a la crisis del coronavirus, mientras que a largo plazo "se espera que los países retornen a la estabilidad" financiera".

"Esto proporcionará una línea de defensa adicional para el euro y funcionará como un seguro para protegernos de la crisis", afirmó el portugués.

En cuanto a la posibilidad de emitir "coronabonos", deuda respaldada por todos los países, Centeno dijo que no ha sido posible encontrar una solución hoy, si bien la opción sigue sobre la mesa, según precisó el comisario de Economía, Paolo Gentiloni.

La intervención del MEDE se sumaría a las medidas que ya ha adoptado cada país, a los estímulos monetarios del Banco Central Europeo (que alcanzan 1,1 billones de euros), a la movilización de 37.000 millones en inversiones a cargo de los fondos estructurales europeos, las líneas de financiación que ofrece el Banco Europeo de Inversiones y la relajación de las normas fiscales y de ayudas públicas europeas.

Centeno destacó que desde la última reunión del Eurogrupo, la semana pasada, el volumen de las medidas fiscales adoptadas a nivel nacional se ha doblado, hasta alcanzar el 2 % del PIB de los países, en tanto que las medidas de liquidez han pasado de representar el 10 % al 13 % del PIB.