La producción del turismo, magnitud que mide el valor de los bienes y servicios puestos en el mercado, se situó el año pasado en 297.122 millones de euros, el 9,35% más que en 2018, mientras que la aportación del sector al PIB subió siete décimas y se situó en el 12,5% (11,8% en 2018).

La contribución del turismo a la balanza fiscal fue de 27.417 millones de euros, el 14,6% más, según el estudio "Aproximación al Sistema de Cuentas Nacionales del Turismo" elaborado por la Mesa del Turismo y la Universidad Nebrija y presentado este jueves en Fitur.

En términos de renta, la previsión es que el incremento estimado para 2019 sea del 2,1% (155.922 millones), por encima del 1,95% previsto para el conjunto de la economía nacional.

Para el presidente de la Mesa del Turismo, Juan Molas, estas cifras demuestran que el sector está pasando por unos años "muy buenos", tras la profunda crisis atravesada entre 2007 y 2015; y todo apunta a que 2020 también transcurrirá de forma positiva, salvo que se registren incidencias "no controladas por nosotros", fundamentalmente internacionales.

En su opinión, para que el sector siga como principal impulsor de la economía y del bienestar social, debe afrontar el reto de diversificar su oferta y apostar, además de por el "sol y playa", por productos como el turismo de compras, el turismo cultural, el turismo gastronómico o el turismo de salud, entre otros.

El objetivo, romper con la alta estacionalidad de la actividad, y como datos curiosos ha apuntado que actualmente ya vienen a España 800.000 personas a "ver pájaros", 1,7 millones a visitar bodegas, y 1,2 millones a someterse a tratamientos de salud, unas alternativas que deben seguir creciendo para garantizar el crecimiento sostenible y equilibrado del sector.

"Somos el sector con mayor aportación al bienestar general de la sociedad y no siempre la sociedad nos ha reconocido", ha dicho Molas, quien ha apuntado que se prevé que en 2030 viajen 1.500 millones de personas por turismo y lo deseable es que "una buena porción de ese quesito venga a España", sobre todo en los meses de baja ocupación.

Durante la presentación del estudio, su responsable, el profesor Miguel Figuerola, ha destacado que el aumento de la producción del turismo vino acompañado de una "notable" recuperación del mercado nacional, con un incremento de las pernoctaciones hoteleras del 13,65%.

En cuanto al turista internacional, España se mantuvo como uno de los destinos predilectos de los viajeros, gracias a su eficaz combinación de atractivos turísticos, infraestructuras de calidad, y su saber hacer, según Figuerola, quien ha señalo que, el reto en este segmento de mercado es elevar el gasto (que los datos de la Balanza de Pagos apuntan a que en 2019 subió el 3,4%).

"Tenemos que llegar a los 1.000 euros por turista, en otros países lo están consiguiendo y esa debe ser la estrategia, así como aumentar la estancia media con paquetes mixtos. Si queremos seguir progresando, hay que estudiar mucho más al turismo", ha apuntado Figuerola, que también ha pedido elevar la eficiencia, porque ahora somos efectivos pero no eficientes, y la calidad, vía formación.

Las pernoctaciones de los viajeros extranjeros subieron el 12,7%, según el estudio "Coyuntura del Turismo Español", elaborado también por la Mesa del Turismo y la Universidad Nebrija, que revela que la demanda hotelera de estos turistas se sitúa, no obstante, "perceptiblemente por debajo del volumen de llegadas", indicativo del "extraordinario auge" registrado por la oferta extrahotelera.

En cuanto al empleo, el estudio señala que la cifra de trabajadores afiliados a la Seguridad Social en actividades turísticas se elevó el 5,2% hasta agosto de 2019 y el sector emplea a 2,6 millones de personas.

Según la misma fuente, en los últimos cinco años, el número de alojamientos ha subido el 8,1%, los negocios de comidas y bebidas se han incrementado el 16,52%, y el transporte aéreo ha aumentado el 15,75%, datos que también ponen de manifiesto el dinamismo del sector.

Por contra, Figuerola ha advertido de que, "a pesar de que de los indicadores generales del turismo que se desprenden de nuestros estudios, en el último año se aprecia un ligero descenso del Índice de confianza Empresarial, que está relacionado con las incertidumbres y los desafíos a los que se ve sometido el sector".