El Gobierno español está trabajando para evitar que la quiebra del turoperador británico Thomas Cook arrastre también a sus filiales, en particular a las dos que operan en España, Condor y Thomas Cook Escandinavia, según la ministra de Industria, Comercio y Turismo en funciones, Reyes Maroto.

Maroto ha explicado este martes que ha habido conversaciones "al más alto nivel" con los Gobiernos de Alemania y Suecia, y también a través de las respectivas embajadas para que ambas filiales del histórico operador británico sigan funcionando.

Tras la reunión celebrada con los responsables de Turismo de las Comunidades Autónomas (CCAA) más afectadas por la caída de Thomas Cook -Baleares, Canarias, Cataluña, la Comunidad Valenciana y Andalucía-, Maroto ha matizado, en una rueda de prensa, que este lunes quebró la división del grupo en el Reino Unido, pero éste conforma otras filiales y "trabajamos para poder estar a tiempo de evitar su quiebra".

Maroto ha recordado que desde el Ejecutivo español, junto con las CCAA y los hoteleros, se intentó evitar la quiebra del también operador aéreo, pero, finalmente, los acontecimientos se precipitaron el pasado fin de semana.

El Gobierno español quiere poner en el conocimiento de los Ejecutivos alemán y sueco su compromiso, junto con las CCAA y el tejido empresarial, "para salvar este problema y poder tener, al menos esos mercados, nórdico y germano, asegurados en la temporada que tenemos que cerrar este año.

Este compromiso "lo seguiremos haciendo en las próximas horas porque estamos en un momento de emergencia y, por tanto, de atender lo más urgente", entre lo que destaca, asimismo, el retorno de los turistas afectados a sus países.

De la cifra total de 600.000 afectados, según los datos aportados por la Autoridad de la Aviación Civil (CAA), 150.000 están de viaje en distintos países y 450.000 han contratado un paquete vacacional con el turoperador y no podrán disfrutar de él.

España solicitará al Reino Unido que refuerce su plan de contingencia para los turistas afectados en territorio español, ya que, la CAA apunta a 30.000, mientras que, según los cálculos de las Administraciones españolas, superan los 53.000 (35.000 en Canarias, 13.000 en Baleares y 5.000 en Cataluña, y sin cuantificar en Andalucía y la Comunidad Valenciana).

El plan de contingencia del Gobierno británico cuenta con 1.000 vuelos en 55 países hasta el próximo 6 de octubre, de los que se han movilizado 64 para llevar a casa a 14.700 turistas, pero se desconoce cuántos corresponden al mercado español, ha agregado.

"Vamos a crear una unidad de información en el ministerio para coordinar todos los datos que tenemos y solicitar con carácter de urgencia a la empresa, para que podamos contar toda la información porque hay una variedad de viajes contratados por Thomas Cook".

Por otro lado, las peticiones y propuestas de las CCAA más afectadas por la quiebra de Thomas Cook para hacer frente a sus consecuencias se plantearán en la comisión interministerial de Turismo que Industria convocará en próximos días.

En la reunión de hoy, el director general de Turismo de Cataluña, Octavi Bono, ha cifrado las pérdidas causadas por la caída del turoperador en su comunidad en 9 millones de euros.

En el caso de Cataluña, el impacto es menor porque en los últimos años se ha realizado un "ejercicio de distribución del riesgo" entre los "operadores de carácter convencional" y las "plataformas de comercialización digital" que han "reducido" las cuotas de Thomas Cook en el territorio.

En cuanto a Canarias, como ha señalado la consejera de Turismo, Industria y Comercio canaria, Yaiza Castilla, en términos de conectividad, Thomas Cook gestionaba un 12 por ciento de los viajes en el archipiélago y su quiebra "supone la mayor crisis turística que pueda haber" en él.

Ha precisado también que la temporada alta en Canarias comienza el próximo 1 de octubre y que las medidas "a corto plazo" son indispensables para "mitigar el impacto negativo" que inflige este acontecimiento en el turismo.

Por ello, en la comisión interministerial pondrá sobre la mesa la necesidad de "valorar la exención de las tasas aéreas" para los trayectos al archipiélago, así como un plan de desarrollo para implantar vuelos adicionales a las islas. Todo con un "carácter conforme a la gravedad de la crisis".